Sobre los ‘contratitos’ del Covid

José Luis Ábalos ha declarado por fin ante la comisión del Parlamento de Canarias que investiga la trama de las mascarillas. Negó seis veces haber tenido algo que ver con las contrataciones del Gobierno canario durante la pandemia, se desentendió de su asesor Koldo —presentado ahora como un simple chófer— y se defendió con una frase pensada para incendiar las redes: “no me preocupaban los contratitos de otras administraciones”, dijo.

Contratitos. Más de 20 millones de euros en contratos bajo sospecha, investigados por la Guardia Civil, los tribunales, el Senado y y la Fiscalía Europea. Contratos que, en buena parte, se firmaron aquí, en Canarias. Y que beneficiaron, casualmente, a empresarios que se reunieron con el entonces presidente Ángel Víctor Torres. Empresarios a los que, poco después, Torres ya no era capaz de “ponerles cara”

Pero lo más llamativo no es lo que dijo Ábalos. Es lo que sigue callando el PSOE canario. Nadie se ha presentado aún ante esa comisión para explicar lo que de verdad pasó. Nadie ha asumido responsabilidad alguna. Ni una palabra de autocrítica. Ni una sola explicación de por qué el Servicio Canario de Salud se convirtió en una agencia de colocación de intermediarios con comisiones millonarias.

¿De verdad vamos a hacer como que esto no va con nosotros? ¿Que nadie aquí sabía nada? ¿Que fue pura coincidencia que los contactos, los viajes, las adjudicaciones exprés y los pagos por adelantado acabaran en los bolsillos de Koldo y sus socios y amigos?

No. Esto tiene forma de trama, estructura de trama, beneficios de trama y protagonistas de trama. Y en esa trama, Canarias no fue una casualidad, fue un nodo principal. El ‘caso mascarillas’ en Canarias no es otro capítulo más del esperpento pandémico español. Es una historia de latrocinio doméstico que exige una respuesta que debe salir de aquí. El PSOE canario no puede mantenerse parapetado en el silencio. Porque no se trata sólo de lo que hicieron los de fuera, sino de lo que hizo y dejó hacer el Gobierno de Torres. Y esa es lo que tiene que aclararnos la Comisión de Investigación.