El desafío eléctrico

"El mundo eléctrico es muy especial". Esta frase, reiterada por todos los operadores, resume la singularidad de un sistema de generación y distribución de esta energía que está provocando graves problemas en Canarias. Todos reconocen que no hay soluciones a corto plazo, por lo que habrá que gestionar la frustración que crea en la sociedad la falta de respuesta a problemas que se venían venir. ¿Por qué no se ha hecho lo suficiente para evitar tantos apagones? ¿Es un problema de falta de inversión, de dejadez y falta de voluntad, de batallitas competenciales? ¿O hay cuestiones de más calado que tienen que ver con la implantación de las renovables?

Si generar el milagro de tener luz es complejo en cualquier lugar, dicen que en Canarias es todo un desafío: "Las leyes son las mismas que en el resto del país, pero el campo de juego es más difícil", sostiene un experto. La insularidad, la orografía, y en ocasiones hasta la meteorología, son serios obstáculos en un territorio muy protegido ambientalmente. Pero en el siglo de la tecnología es difícil que no se encuentren soluciones adaptadas a nuestras peculiaridades singulares. Aunque también hay quien cree que el problema no es tecnológico, sino socioeconómico. Y lo primera que deba cambiar es la cultura energética en que nos movemos, que no termina de primar ni su consumo racional ni el ahorro energético.