Hermoso, un líder carismático

Si algo caracterizó a Manuel Hermoso fue su capacidad para cautivar, un valor que en política se denomina "carisma" y escasea. El fundador de ATI fue un líder respetado por propios y extraños y querido por la militancia. Tras largas décadas de actividad privada, saltó a la vida pública como cabeza de lista de la UCD de Suárez en las primeras elecciones municipales, iniciando una carrera política imparable hasta que decidió abandonarla al inicio del presente siglo. Ganaba por mayorías y, tras defender como ninguno "la hora de Tenerife", que fue un lema de campaña, fue capaz de "regionalizarse" y conciliar el favor de otras ideologías y las restantes islas para convertirse en el primer presidente nacionalista de Canarias. En torno a la confianza que generó, junto a los apoyos claves de otros políticas de altura de los de antes, nació en 1993 la Coalición Canaria que, pese a todos los augurios, sigue presidiendo el Gobierno en el Archipiélago.

Entre sus méritos ocupa un lugar principal el esfuerzo personal y de su equipo por lograr el reconocimiento singular de Canarias en la Unión Europea. Fue Hermoso el dirigente político canario que fijó la idea de que "Europa nos entiende y nos trata mejor que España". Con su fallecimiento se ha ido una forma de hacer política que hace mucho tiempo que pasó a la historia. En el que negociar era un arte altamente valorado y no un signo de debilidad ante las peticiones de los socios.

Hermoso dejó una huella imborrable en muchos ciudadanos de a pie, a los que visitaba barrio a barrio. Fue en este sentido muy popular porque nunca se parapetó en la torre del poder que tuvo durante mucho tiempo y supo ejercer con sencillez y moderación. ¡Descanse en paz!