El 40% de la población de Las Palmas de Gran Canaria se jubilará en menos de veinte años

Las Palmas de Gran Canaria

Las Palmas de Gran Canaria acaba de cumplir 547 años desde su fundación en 1478 y, como su historia, su población también se hace mayor. El pasado 24 de junio, además de celebrar San Juan, la ciudad sumó un año más y alcanzó los 380.436 habitantes en 2024, consolidándose como la más poblada del Archipiélago y la novena de España. Pero hay una tendencia que no se puede obviar: la pérdida de juventud y el envejecimiento de su población, como apunta un estudio liderado por Víctor Jiménez, geógrafo urbano y profesor de la materia en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Una ciudad que gana experiencia, pero pierde juventud: panorama crítico

Entre 2012 y 2022, la capital grancanaria perdió 3.500 habitantes. Pero lo más preocupante no es la cifra neta, sino la pérdida del segmento joven. Los menores de 15 años pasaron de representar el 14,1% al 10,9% de la población, es decir, 12.600 niños y adolescentes menos en solo una década. Mientras, las personas mayores de 65 años aumentaron en más de 14.300, creciendo del 15,6% al 19,5%. Hoy, una de cada cinco personas en la ciudad ya está en edad de jubilación.

“Se complica el panorama porque la gente en edad de trabajar es cada vez menor en relación a los que ya disfrutan de su pensión”, señala el experto universitario. Eso sí, recalca que es una tendencia nacional, "que se está produciendo bastante rápido y nos pone en una situación problemática económica y socialmente. Lo común es que todos los barrios de la ciudad estén envejecidos y la tónica general es que haya mayor población que supera los 65 años en contraposición de los que tienen menos de 15 años".

La evolución demográfica es clara: los tramos de edad entre los 50 años o más han pasado del 34% al 43% de la población en solo una década.

¿Qué tramo de edad domina la ciudad?

Si agrupamos a la población por décadas, los “cincuentones” lideran el ranking con un 16,8%, seguidos muy de cerca por los “cuarentones” con un 16,4%. Ya desde los 39 años. Incluso las personas que pasan de los 100 años, que eran 149 en 2022.

Vegueta: barrio envejecido con mucha población de adolescentes

Los datos por barrios revelan paradojas. Por ejemplo, Vegueta, uno de los núcleos históricos, aparece en los mapas como territorio “verde”, es decir, donde predominan los veinteañeros. Pero no es exactamente una zona juvenil. Según explica el geógrafo urbano Víctor Jiménez, esto se debe a cómo se agrupan los datos: “Ese grupo gana por poco a los demás, pero Vegueta sigue siendo uno de los barrios más envejecidos”.

Al contrario, zonas como Tamaraceite o Jinámar, donde predominan los grupos de entre 50 y 69 años, resultan ser de las más jóvenes en términos demográficos cuando se analizan otras variables.

Y en algunos barrios, la realidad es más extrema: en zonas como La Isleta, Puerto-Canteras, Vegueta y Triana, la población en edad de jubilación duplica —o incluso triplica— a la población joven. Por el contrario, los menores de 16 años solo superan a los mayores de 65 en barrios como La Minilla, Las Torres, Los Giles, Tamaraceite, Las Mesas, Ciudad del Campo, Jinámar o Salto del Negro hacia arriba.

Todo este escenario se vuelve negativo cuando aumenta la población dependiente y la que ya no está en edad de trabajar, por lo que el experto aboga por la llegada de población foránea, ya que los problemas de natalidad no se van a solucionar de la noche a la mañana. "Por nuestros propios medios no se va a solucionar y necesitamos nuevos efectivos que vengan a trabajar para poder cotizar y poder mantener así el estado del bienestar", sostiene.

¿Tiene esto relación con la renta y la vivienda?

Según Jiménez, en algunas zonas sí existe cierta correlación con los niveles de renta o el acceso a vivienda, aunque subraya que hacen falta estudios más profundos para confirmarlo. Lo que sí parece claro es que la planificación urbana debe adaptarse a esta realidad.

Planificar para convivir entre generaciones

Frente a esta tendencia, los expertos proponen una idea clara: replantear la ciudad pensando en sus habitantes reales. " Por qué no pensar en infraestructuras de uso mixto, al final muchos abuelos son los que llevan a sus nietos a los parques", explica. Eso incluye crear espacios compartidos para distintas generaciones, como parques infantiles con zonas biosaludables, donde abuelos y nietos puedan convivir y cuidarse juntos.

La importancia de leer los mapas (y las cifras) con criterio

“Los mapas no son solo dibujos con colores, son el lenguaje de la Geografía. Y como con cualquier idioma, hay que tener mucho cuidado con lo que se dice… y cómo se dice”, concluye Jiménez.

Porque entender bien los datos, analizarlos con contexto y planificar en consecuencia es esencial para preparar a Las Palmas de Gran Canaria para el futuro. El reto demográfico no solo es una cuestión de números, sino un desafío social, económico y territorial.