El feminismo socialista se maquilla
El análisis de Marta Cantero

Pedro Sánchez junto a Carmen Calvo, Ábalos y Santos Cerdán / Europa Press News

Santa Cruz de Tenerife
El Partido Socialista fue el primero de nuestro país en incluir las cuotas obligatorias de participación de la mujer en sus órganos y sus candidaturas. El debate no fue entonces pacífico. No todos estaban de acuerdo en ceder cuotas de poder graciosamente: "Que lleguen las que realmente valen", sostenían los detractores de esta medida de discriminación positiva dentro y fuera del PSOE. Como si la cuestión fuera de valías y no de estructuras. Costó, pero se logró.
El paso siguiente fue ponerse al frente de todas las manifestaciones por la igualdad, cada 8M o 25N. La pasada legislatura las mujeres del PSOE y de Podemos protagonizaron una pelea monumental por ver quien era más feminista. Estos árboles no nos han dejado ver el bosque de rancio machismo que impregna a una buena camada de hombres de izquierdas, supuestamente progresistas que consideran a las mujeres mercancía intercambiable.
Dicen ahora que Pedro Sánchez prepara un acto para recuperar el voto feminista. Sería el colmo que, después de los titobernis, koldos y ábalos, nos fueran encima a utilizar para lavarle la cara a la marca PSOE. Me temo que, esta vez, va a necesitar mucho más que toneladas de maquillaje.