El 'saludo de Meliá' a los turistas: reverencia para unos, inocente gesto amable para otros
La cadena hotelera insta a sus trabajadores a saludar "a la japonesa" a los turistas, lo que no acaba de gustar a algunos de los trabajadores más veteranos

Jesús Villullas, trabajador jubilado de Meliá: "Es una especie de reverencia, un plan de sumisión"
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Santa Cruz de La Palma
La cadena de hoteles Meliá hace circular desde hace años una indicación a los trabajadores que no pasa desapercibida entre los clientes. Se trata de una especie de 'saludo a la japonesa' que se ejecuta llevando mano derecha al corazón y sonriendo. Según el gigante turístico no se trata de una consigna, ni de una reverencia, ni de una obligación. Es una recomendación que cada empleado decide si ejecutar o no. "No es una consigna, sino que, como otras expresiones rituales de marca, este saludo (mano derecha hacia el corazón) forma parte de los estándares de nuestras marcas", explican desde Meliá a la Cadena SER. ¿Su significado? “Bienvenido a nuestro hotel, desde nuestro corazón: una bienvenida sincera, de corazón. Meliá reconoce que existe la indicación, pero no es una obligación. "El cliente es lo primero, y el servicio personalizado es nuestra insignia", explican. "Uno de los atributos que los clientes de todo el mundo valoran mejor al quedarse en nuestros hoteles. Otro estándar podría ser el dirigirse siempre al cliente por su nombre, ofrecerle una bebida mientras hace el check-in, etc.", explican desde Meliá.
Una "especie de reverencia" para los más veteranos
No todos los trabajadores lo aceptan y otros tampoco lo ejecutan según la indicación estándar establecida por la cadena hotelera, sino que lo llevan más allá, inclinando la cabeza. En el caso de Canarias, son los jóvenes quienes están implementando con naturalidad este gesto. Jesús Villullas ha trabajado más de cuarenta años para la cadena Meliá en Canarias. Fue portavoz del comité de empresa del Hotel Meliá Tamarindo desde los inicios de la democracia y recuerda perfectamente cómo llegó lo que considera 'una consigna con exceso de servilismo'.
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El veterano sindicalista ve en este gesto el inicio de un "plan de sumisión" de las empresas que empieza con algo aparentemente inocente. "Lo veo como un gesto de sumisión hacia el cliente o hacia la propiedad. La gente a veces se siente obligada a hacer cosas raras para no perder su empleo", lamenta Jesús Villullas, que jamás puso en marcha el saludo sugerido por la propiedad.
Un inocente gesto de bienvenida para Meliá
"El gesto comenzó como un estándar único de nuestra marca Gran Meliá, pero con la llegada de la pandemia, (que exigía la ausencia de contacto, no estrechar manos, no besar...) lo generalizamos como saludo o gesto de bienvenida a nuestros clientes, en todos los hoteles de cualquiera de nuestras marcas", explican desde Meliá a la SER. La empresa aclara que no existe ninguna inclinación de cabeza sugerida a sus empleados.
"La inclinación de cabeza NO es parte del estándar: de hecho, no hay que bajar la cabeza, el saludo es la mano en el corazón, si algún empleado agacha la cabeza es que no lo hace demasiado correctamente, o porque le parece mejor añadir otro gesto personalmente", explican desde Meliá. Lo cierto es que en algunos establecimientos de Canarias este gesto se lleva al extremo, consolidando un saludo sui generis de la cadena en las islas.

Javi Rodríguez
(La Palma, 1991) Periodista vinculado a la Cadena SER en Canarias desde el año 2009, apasionado de los...




