La psoriasis, más allá de la piel: reclaman atención psicológica y médica integral en todos los hospitales

Mostrar la piel no debería ser un acto de valentía… pero para muchas personas con psoriasis, lo es. Esta enfermedad inflamatoria, crónica y no contagiosa afecta a más de un millón de personas en España y tiene un fuerte impacto tanto físico como emocional. Más allá del picor, el enrojecimiento o la descamación, lo que más duele muchas veces es la mirada ajena, el juicio o incluso el rechazo social.

Con motivo de su nueva campaña de sensibilización, la asociación Acción Psoriasis hace un llamamiento a dejar atrás la vergüenza, visibilizar la enfermedad y normalizar una realidad mucho más común de lo que se piensa. Su mensaje es claro: la psoriasis necesita un abordaje integral que vaya más allá del tratamiento dermatológico.

El delegado de Acción Psoriasis en Las Palmas, Esteban Santana, advierte de que “aunque existan tratamientos para blanquear la piel, esa es solo la punta del iceberg: bajo las placas y rojeces se esconde un sufrimiento interno que también necesita ser atendido”. La estigmatización, el aislamiento social o la pérdida de autoestima son frecuentes entre quienes la padecen, y en algunos casos pueden derivar en depresión o ansiedad.

Por ello, la organización reclama que todas las unidades de psoriasis en los hospitales sean multidisciplinares, incorporando psicólogos, reumatólogos, traumatólogos, farmacéuticos y a los propios pacientes en el proceso de atención. “Solo así —añade Santana— podremos mejorar la calidad de vida y el bienestar de quienes convivimos con esta enfermedad”.

La psoriasis no es contagiosa, pero sí puede condicionar la vida diaria: desde elegir la ropa para ocultar las lesiones hasta evitar actividades sociales por miedo a las miradas o comentarios. Según la propia asociación, la falta de información y los prejuicios siguen siendo barreras que dificultan la integración y el bienestar de los pacientes.

Desde Acción Psoriasis insisten en que el diagnóstico precoz, el acceso a tratamientos eficaces y el acompañamiento emocional son claves para frenar el impacto de la enfermedad y derribar los estigmas. Además, recuerdan que la coordinación entre especialidades médicas y la atención personalizada son fundamentales para ofrecer a los pacientes no solo una piel más sana, sino una vida más plena.