Gran Canaria, laboratorio internacional para diseñar islas resilientes al cambio climático

Gran Canaria se ha convertido estos días en un laboratorio de ideas para repensar el urbanismo y la adaptación al cambio climático en territorios insulares. El profesor Ignacio López Busón (Las Palmas de Gran Canaria, 1980), del Departamento de Arquitectura del Paisaje de la Universidad de Oregón, coordina el programa internacional Islas Futuras, que estos días reúne en la isla a estudiantes de su universidad, de la Universidad de Washington y de la ULPGC.

El objetivo, explica López Busón, es investigar cómo territorios vulnerables como las islas pueden adoptar soluciones territoriales locales basadas en la naturaleza para mitigar los impactos del cambio climático. “Queremos planificar modelos urbanos y rurales más sostenibles, tanto a nivel económico como ecológico y social”, señala.

El proyecto comenzó en Canarias por un motivo personal y profesional. “Aunque no suene, yo soy canario, nacido en Las Palmas de Gran Canaria. Viví 30 años aquí antes de emigrar por la crisis de 2008 a Londres, China y luego a Estados Unidos. Tengo una base de conocimiento y contactos en las islas que me permite desarrollar aquí la primera edición del programa, para después aplicar lo aprendido a otros archipiélagos”, explica.

Durante su estancia, el equipo ha recorrido el barranco Guiniguada, desde el Jardín Canario hasta la autovía, y ha visitado Tejeda y Santa Brígida. López Busón destaca que el enfoque del programa es “atacar la isla por los barrancos”. “Cuando solo nos centramos en la costa, dejamos fuera la complejidad ecológica del territorio. En cambio, si trazamos una sección transversal desde la costa hasta el interior, podemos entender mucho mejor las relaciones entre el centro y el litoral, la gestión del agua, los cambios en el uso del suelo o las dinámicas naturales propias de islas volcánicas como Canarias”.

En el aula de la Fundación Instituto20grados, dirigida por el biourbanista Juan Palop, los estudiantes combinan talleres y conferencias con trabajo práctico. Utilizan Sistemas de Información Geográfica (SIG) para obtener datos precisos del territorio y transferirlos a software de diseño en 3D, construyendo maquetas virtuales con un nivel de detalle poco habitual en arquitectura y paisajismo.

El paisajismo, subraya López Busón, tiene una visión clave para la adaptación al cambio climático: “La diferencia entre ciudad y entorno natural no es una barrera rígida. Las ciudades están sobre la naturaleza y deben seguir sus lógicas. Entender esto es esencial para planificar de manera resiliente”.

Además, este tipo de programa tiene un valor cultural. “La mayoría de los estudiantes estadounidenses nunca ha salido de su país. Un curso intensivo como este es también una inmersión en una cultura y un medio natural que desconocen”, apunta.

El programa cuenta con la participación de expertos como el catedrático de Ecología de la ULL José María Fernández-Palacios, el arquitecto Víctor Delisau, técnico del Cabildo de Gran Canaria, y Jorge Artiles, director del Experto Universitario en Gobernanza y Participación Ciudadana de la ULPGC, además de conferencias online con la Goldsmiths University de Londres.

La Universidad de Oregón ya ha confirmado que el proyecto tendrá continuidad en Gran Canaria y que su objetivo es extenderlo a otros archipiélagos con retos similares, como Galápagos, Azores y Hawái.