La cesta de la compra se une a la cuesta de septiembre: Imposible para miles de familias en Canarias

Las Palmas de Gran Canaria

Septiembre siempre aprieta en los bolsillos, pero este año la cuesta se hace todavía más empinada en Canarias. Productos básicos como la carne de vacuno o el pescado se han encarecido más en las islas que en la península: la carne de vacuno ha subido casi un 10 % en lo que va de año, el pollo un 4 % y el pescado también aumenta de precio mientras que, en la media del país, el IPC se encuentra en negativo.

Un recorrido por el Mercado del Puerto, en Las Palmas de Gran Canaria, muestra la magnitud del problema. Apenas resisten una carnicería, una pescadería y dos fruterías. En frutas y verduras los precios han subido hasta un 30 % en el último año, con ejemplos llamativos como los aguacates a 10,50 euros el kilo, las mangas a 9 euros o las cerezas a 12,50 en la primera tanda de temporada. Solo los productos locales mantienen subidas más moderadas: las papas rondan poco más de un euro el kilo, los tomates y las manzanas no superan los 2,50 y los plátanos han regresado a sus precios habituales tras meses de inflación.

El responsable de una de las fruterías del mercado, César Figueroa, asegura que el aumento de los precios, unido a un encarecimiento de hasta un 30 % en las facturas, ha reducido notablemente el poder adquisitivo de las familias. Explica que muchos clientes están comprando menos y ajustando sus carritos porque, a los alimentos, se suman los gastos de uniformes escolares y otros esenciales de septiembre. En su opinión, la falta de control en los precios de los productos básicos, junto al estancamiento de los salarios, está generando una escasez económica que obliga a muchas familias a recurrir a opciones alimentarias menos saludables.

Una situación que preocupa también a la Asociación de Usuarios de Servicios de Canarias (AUSCAN). Su abogado, Francisco Palero, advierte de que cada vez son más las familias que se ven obligadas a recurrir a préstamos para el consumo con el fin de poder afrontar los gastos de la compra, lo que, a corto plazo, puede derivar en un aumento de los impagos. Señala además que no existe una explicación lógica para que los precios suban más en Canarias que en la península, salvo que exista una intención especulativa, y reclama que las instituciones actúen con decisión. Recuerda que los problemas en las islas son distintos a los del continente y alerta de que, si no se toman medidas, “vamos a tener un problema muy grave para la ciudadanía de Canarias”. Según Palero, los gobiernos tienen margen suficiente para intervenir, ya sea a través del diálogo con los agentes sociales y económicos o generando consensos que permitan limitar el precio de los alimentos de primera necesidad.

El encarecimiento de la cesta de la compra tiene también un reflejo en la salud. Según el estudio ALADINO, promovido por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), el 45,8 % de los niños canarios de entre 6 y 9 años tiene exceso de peso: un 19,5 % padece obesidad y otro 26,3 % sobrepeso. Con precios al alza y salarios que no acompañan, muchas familias recurren a lo más barato para llenar la nevera, con consecuencias que no pintan que vayan a mejorar en el corto plazo.