"Vivo en una furgoneta para poder dar clases": Una profesora denuncia la falta de vivienda en Canarias
Marta, profesora de 40 años, asegura que "me ducho en gimnasios municipales, esto no es elegir, es adaptarme porque no tengo otra opción”

"Vivo en una furgoneta para poder dar clases": una profesora denuncia la falta de vivienda en Canarias
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Arrecife
La situación habitacional en el archipiélago canario continúa afectando de forma directa a trabajadores esenciales como el profesorado. Marta, una profesora de 40 años con seis años de experiencia en la docencia, vive una realidad que, aunque parezca excepcional, cada vez es más común, y es que duerme en una furgoneta para poder ejercer su trabajo en Fuerteventura, mientras mantiene su vivienda en Lanzarote, isla donde reside desde hace cinco años.
“No puedo permitirme pagar dos alquileres, y tampoco puedo renunciar a mi vivienda en Lanzarote porque sé que no encontraría otra igual", "la vivienda en Canarias está inalcanzable”, explica la docente.

Furgoneta de Marta, profesora afectada por la falta de vivienda en Canarias. / cadena ser

Furgoneta de Marta, profesora afectada por la falta de vivienda en Canarias. / cadena ser
Marta fue asignada este curso escolar a un centro educativo en Fuerteventura, donde solo imparte nueve horas lectivas semanales, lo que le reduce considerablemente el salario. Su jornada parcial, además, no le permite cubrir un nuevo alquiler, ni siquiera si existiera la posibilidad de encontrar uno.
La profesora solicitó al centro que le concentraran las clases en menos días para viajar menos veces por semana. De esta forma, podría alojarse en su furgoneta durante esos días y regresar a Lanzarote los fines de semana. Sin embargo, denuncia que hasta el momento no ha recibido colaboración: “Estoy luchando para que lo hagan, pero de momento no ha habido disposición, me gusta mi trabajo, pero esto es muy duro”.
Marta describe su día a día y argumenta que duerme en una furgoneta pequeña, con cama y una cocinita improvisada y no puede estar de pie. Para asearse, recurre a un gimnasio municipal. “No es lo que quiero mientras estoy trabajando, esto no es elegir, es adaptarme porque no tengo otra opción”, lamenta.
El problema, asegura, no es solo suyo. Marta conoce a otros docentes en la misma situación, y afirma que incluso hay quienes renuncian a sus plazas por no encontrar un lugar donde vivir. “Lo más duro es pensar que soy afortunada porque al menos tengo una furgoneta, hay compañeros que ni eso”, relata.
Más allá de su caso personal, Marta lanza un mensaje claro a las administraciones públicas: “Necesitamos que se traten los casos de forma personal, no como simples números, estamos hablando de necesidades básicas no cubiertas, y eso afecta directamente a la calidad de la educación que ofrecemos”.

Demelza Viña
Directora del Hoy por Hoy Lanzarote desde 2023 en SER Lanzarote. También trabajó en Radio Televisión...




