Decisiones, más que nuevas leyes

Santa Cruz de Tenerife

El estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007 derivó en una crisis habitacional que, lejos de paliarse, se ha acusado con el paso de los años. En estos tres lustros, el difícil acceso a la vivienda ha sido una prioridad en la agenda política; sin embargo, ninguna de las diversas medidas adoptadas ha tenido potencia suficiente para frenar la imparable escalada de precios y la escasez de alojamientos en los que vivir.

En medio del cansino y estéril debate sobre si debía intervenirse o no el mercado, los abusos y la especulación han campado a sus anchas. La cruda realidad se ha impuesto a los amagos de control y regulación de la oferta, siempre escasa frente a una demanda cada vez más voluminosa e imperiosa. Y la crisis derivó en emergencia, una declaración que requiere respuestas políticas más ágiles y contundentes. Decisiones, más que nuevas leyes.

Poner el foco en separar el trigo de la paja: por ejemplo, acabar con el absurdo de tener una oferta turística ilegal y poder anunciarse en las plataformas. Por ahí había que haber empezado hace mucho tiempo, aunque ya sabemos que más vale tarde que nunca.