La indignidad del ser humano
Santa Cruz de Tenerife
Qué tal, buenos días. Hacerse mayor es una faena. Faena porque se pierden reflejos, porque el cuerpo no responde, porque falla la memoria y porque, dependiendo de la suerte, somos o no dependientes.
Te puedes encontrar con un padre que a los 85 años está perfectamente y es capaz de desplazarse en moto y al mismo tiempo tener una madre, de solo 83, que necesita de cuidados.
Un deambular por la vejez (como describe Pedro Simón en Los Siguientes) para la que no estamos preparados.
Porque te pasas toda tu vida trabajando y cotizando, y cuando pides una plaza en un centro, la respuesta más habitual de la administración es: “lo siento, señor, pero estamos saturados”.
Intentas, por tu cuenta, que te reconozcan la dependencia y (hasta hace muy poquito) mínimo dos años.
Luego te dan 400e, y por ellos despachado. Cuando resulta que con ese dinero no vas a ningún lado.
Uno pensaba que valía la pena ahorrar, porque en las residencias privadas te tratan mejor, pero las buenas formas se han acabado también en los centros que son de pago.
El otro día me asomé a uno y vi a una mujer llorando. Tres horas llevaba pidiendo, por favor, que alguien la llevara al baño... Tres horas en las que vi cómo le decían, una y otra vez: “ahora no, María, que hay mucho trabajo”.
María no llevaba pañal. Y ¿saben lo que pasó? que María se acabó orinando.
Las lágrimas que le vi derramar son lágrimas de maltrato.
María no es su nombre de verdad, por respeto a su anonimato. Pero me dio tanta pena la situación, que tenía que contarlo.
Descuidar a niños o a mayores es la peor indignidad que puede cometer un ser humano.
Es martes, 16 de septiembre. Empieza aquí Hoy por Hoy Canarias.

Miguel Ángel Daswani
Conductor de 'Hoy por Hoy La Portada' y 'Hoy por Hoy Tenerife'.




