Rodolfo y Pilar, un vínculo a prueba de volcanes

Santa Cruz de La Palma

Pilar Pérez fue una de las mujeres valientes y generosas que hicieron frente al volcán de La Palma abriendo de par en par las puertas de su casa. "Recuerdo los temblores de los días anteriores a la erupción y el miedo que pasé", rememora. "Estaba cocinando cuando sentí el temblor más fuerte, recuerdo que salí a la puerta y le dije a los de enfrente: ¡ese volcán va a explotar ya y todavía no ponen el semáforo rojo!", ha recordado. "Tenía un poco de miedo por los temblores, ese mismo día reventó. Días antes había notado el agua caliente, también pasó en el volcán de 1949, vivimos una sequía muy grande", rememora.

Tres erupciones y una vida entera

A sus 77 años Pilar ha vivido tres erupciones volcánicas (la del San Juan en los años 50, el Teneguía en los 70 y el Tajogaite en 2021), el último volcán se llevó la casa de su hija. Rodolfo, su nieto, también perdió su vivienda y desde entonces vive junto a su abuela. Es el alma de resistencia palmera y tiene un discurso lleno de resiliencia. Con todas las vicisitudes que pasó, es una vitalista. "En los años cuarenta pasamos hambre, sed y de todo y salimos a delante", recuerda.

Los padres de Rodolfo están terminando de construir su casa, y el nieto tiene el dilema de si quedarse en casa de su abuela, por las dificultades que existen para encontrar una vivienda. De momento ha elegido quedarse con ella. "Nos hemos ayudado bastante, y gracias a ella hemos salido adelante. Tenemos que ser conscientes de que vivimos en una isla volcánica y no por ello te tienes que ir, tienes que encontrar camina. Hay experiencias que te hacen crecer", explica Rodolfo.