Mucho ruido y pocas nueces

Santa Cruz de Tenerife

Qué tal, buenos días. Termina la semana en Canarias y lo hace, una vez más, con mucho ruido y pocas nueces.

Ruido en la movilidad, con anuncios de soluciones para la TF-5... Nuevas adendas al convenio de carreteras, para meterle mano al túnel de La Aldea, pero esa sempiterna sensación de que nada acaba con las colas que sufrimos a diario.

Ruido en la vivienda, con programas específicos para jóvenes y planes que parecen tener una llave maestra, pero son llaves que al final no abren ninguna puerta. Porque los precios están como están, apenas hay vivienda pública y poder emanciparse sigue siendo una quimera.

Ruido en la seguridad con unas pulseras que debían ser el gran escudo protector de miles de mujeres y resulta que esas pulseras fallaron sin enterarnos.

Y ruido, además, en el Parlamento de Canarias, por la filtración del borrador del informe de la comisión de investigación sobre las compras sanitarias hechas durante la pandemia. Porque lo que debería ser un ejemplo de transparencia se convierte en otro circo y, además, a puerta abierta.

Ruido en esta recta final de la semana, además, con la inmigración, porque el Supremo ordena el traslado de migrantes a la península y el Gobierno de España sigue sin obedecer.

Y ruido sanitario, porque ahora sabemos que en la reducción de las listas de espera hay una lista “a” y hay una lista “b”. Y mucha gente saltando entre la segunda y la primera.

Así que ruido en las carreteras... Ruido en la vivienda... Ruido en la justicia... Ruido en la sanidad...

Cuando miramos con tranquilidad vemos mucho ruido y pocas nueces.

Son ruidos que retratan a un país que se cansa de sainetes.