Saber elegir

Santa Cruz de Tenerife

Nueva Canarias está haciendo con Teodoro Sosa y su gente lo mismo que hizo con Coalición Canaria cuando decidió abandonar sus siglas: señalarlos como apestados ideológicos. Unos y otros, según ellos, representan a un nacionalismo despreciable. Son, en su rígida mentalidad, algo así como traidores de la patria; cómplices, si no parte, de una derecha deleznable con la que no se debe pactar ni borrachos.

Estos 'canaristas', como ellos mismos se autodenominan, se han especializado en retorcer los argumentos y la realidad hasta ajustarla exactamente a la medida del traje de su líder. Y ahí siguen, anteponiendo la pureza de su raza frente a cualquier iniciativa que implique llegar a acuerdos con otros nacionalistas.

Primero Canarias no nació, como ellos sostienen, de prácticas orquestales en la oscuridad de Coalición. Nació desde dentro mismo de Nueva Canarias en respuesta a su inmovilismo y sectarismo. Nació para, en vez de limitarse a ser un apéndice del PSOE, dar a Canarias más voz en el Congreso de los Diputados para defender sus intereses frente al Estado.

Entre una y otra ideas-fuerza, no dudo de que el electorado nacionalista sabrá distinguir cuál de ella le conviene más a Canarias en un momento en que la política estatal gira en torno a las nacionalidades.