Timanfaya, el único parque nacional de Canarias que perdió visitantes en 2024

Arrecife

El Parque Nacional de Timanfaya cerró el año 2024 con un total de 1.492.435 visitantes, lo que supone un descenso del 8,4 % en comparación con 2023, cuando había alcanzado 1,63 millones de entradas.

Esta caída convierte a Timanfaya en el único de los cuatro parques nacionales de Canarias que perdió público en el último año, un hecho que contrasta con el comportamiento general del archipiélago, que batió récord histórico.

En el conjunto regional, los parques nacionales de Canarias recibieron en 2024 más de 8,45 millones de visitantes, un 9 % más que el año anterior y el mejor dato desde que existen registros.

El Teide volvió a ser el motor de estas cifras, al sumar más de 5,2 millones de entradas, lo que equivale a más del 60 % de todo el turismo de naturaleza del archipiélago.

También crecieron de forma notable el Garajonay, en La Gomera, que superó los 1,35 millones de visitantes, y la Caldera de Taburiente, en La Palma, con 364.000, ambos al alza respecto a 2023.

Un retroceso inesperado

La bajada de Timanfaya resulta llamativa porque rompe con la tendencia positiva general. Durante décadas, el parque volcánico de Lanzarote ha sido un referente indiscutible, manteniéndose como el segundo espacio natural más visitado de Canarias. Sin embargo, en 2024 perdió más de 137.000 visitantes, lo que ha reducido su peso dentro del total regional hasta el 18 %.

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La comparación con Garajonay es especialmente significativa. El parque gomero se encuentra ya muy cerca en cifras absolutas y podría, a medio plazo, arrebatarle a Timanfaya la segunda posición en el ranking de popularidad.

Posibles causas

Aunque no existe una explicación única, varios factores podrían estar detrás de este retroceso. Por un lado, expertos turísticos señalan la capacidad limitada de carga del parque y la aplicación de medidas de control para preservar el entorno. Por otro, en el mercado se observa un creciente interés por destinos de naturaleza “verde”, lo que ha beneficiado a islas como La Gomera o La Palma frente a la oferta más árida y volcánica de Lanzarote.

Además, el auge del turismo de cruceros y de excursiones organizadas ha derivado en una mayor diversificación de las actividades en Lanzarote, lo que podría haber restado peso específico a Timanfaya como visita obligada.

Desafío de futuro

El caso de Timanfaya pone sobre la mesa el reto de equilibrar conservación y atractivo turístico. A pesar del descenso, sigue siendo uno de los espacios más icónicos de Canarias, con su paisaje volcánico único y sus demostraciones geotérmicas. No obstante, las cifras de 2024 invitan a la reflexión sobre cómo reposicionar el parque frente a una competencia cada vez más fuerte dentro del propio archipiélago.

Mientras tanto, Canarias celebra un año histórico para sus parques nacionales. El liderazgo del Teide parece intocable, pero la evolución de Timanfaya recuerda que incluso los destinos consolidados deben adaptarse a las nuevas dinámicas del turismo.