Vivimos una vez

Santa Cruz de Tenerife

Qué tal, buenos días. Confieso que no sé a quién le oí la expresión ni de donde la sacó, pero la verdad es que esa frase me ha acompañado desde hace décadas y me sirve para distinguir lo importante de lo intrascendente.

Porque si en condiciones mentales normales, pasado un tiempo, no nos acordamos de algo es que aquello que nos provocó nudos en el estómago, episodios de ansiedad y algún que otro desvelo, no era tan importante.

Y seguro que, en aquel momento, sin embargo, tuvimos la sensación de que el mundo en el que vivíamos se resquebrajada bajo nuestros pies.

Traído a nuestro día a día, es importante que Canarias debata seriamente sobre su ley de reto demográfico y tome medidas urgentes, porque la llegada de 25.000 personas al año (con o sin papeles) está condicionando la calidad de nuestras vidas.

Importante es que los políticos que nos gobiernan se den cuenta de que administran una sociedad envejecida y que las decisiones deben tomarlas pensando más en centros socio sanitarios y menos en la IA.

Importante es buscar suelo para vivienda y que nuestros hijos puedan tener opciones de crear su propia vida…

E importante es apostar por las energías limpias y ordenarlas adecuadamente sobre el territorio, para no tener aerogeneradores a la vuelta de cada esquina.

Importante es que cuando se mete la mano en la lata del gofio, intervenga la UCO y también la policía… Hablar de chistorras, soles y lechugas, con tanto desparpajo, es una ensalada mucho más indigesta a que se filtre a la prensa el borrador del dictamen del caso mascarillas.

Luego está lo otro; lo que parece importante y que al final son tonterías.

Felipe González (pidiendo 80.000e por charla) para decir que el mundo vive su peor momento desde la segunda guerra mundial.

O el PP y Vox diciendo que ellos no son racistas: y que les da igual un ucraniano de Kiev que un negro de Namibia.

Y ahora, si quieren, pongan ese marco temporal de 5 años también en sus cosas del día a día. Y verán como la vida tiene otra perspectiva.

Una expareja que no se olvida a los 5 años es que ha tenido su valía…

Una discusión en casa, porque alguien no fregó la loza, es un gasto absurdo de energía.

Vivimos una vez, para estar con boberías