Negro sobre blanco

Santa Cruz de Tenerife
Canarias se levanta este lunes con la Virgen de Candelaria de visita en Santa Cruz (donde va a estar las próximas dos semanas) mientras que en Las Palmas de Gran Canaria todas las miradas están puestas en la inestabilidad del Gobierno de Carolina Darias y en los nuevos detalles que se van conociendo del caso Valka, en el que el juez añade ahora presuntos delitos de cohecho y blanqueo de capitales.
A todo eso se suma la tensa espera por la moción de censura en Valsequillo.
Y con esos titulares sobre la mesa (más la quinta victoria consecutiva de los de Álvaro Cervera) le abrimos la puerta a una semana en la que deben seguir saliendo menores migrantes a la península: de los que pidieron asilo, y de los que no, porque para eso se aprobó la modificación (vía decreto) del artículo 35 de la ley de extranjería.
Tres menores de 17 y 16 años y una niña de 13 han salido en las últimas horas a distintos puntos de la Península, después de 25 días entre nosotros. Y estos tres que salen, lo hacen después de someterse a unas pruebas óseas para determinar su edad que son menos fiables que Morata tirando un penalti o Yolanda Díaz anunciando regalos de Reyes que nunca llegan: léase 37 horas y medias semanales o 10 días por un deceso.
Las pruebas que están determinando la edad de estos jóvenes malienses, senegaleses, magrebíes o de Burkina Faso no son fiables como digo, porque se basan en manuales elaborados en Estados Unidos el siglo pasado y toma como base: población blanca, caucásica y de alto nivel socioeconómico.
Así que se compara la radiografía de la mano y la muñeca de menores subsaharianos y marroquíes con estándares que no corresponden. Porque un adolescente de Boston no se parece a uno de Dakar ni en el fondo de los ojos.
Y claro: el resultado tiene un error nada desdeñable. Se puede considerar a un varón de 16 años como si tuviera 18… Y en el caso de las niñas, la desviación es aún mayor, porque los patrones madurativos de las mujeres africanas son especialmente avanzados.
Con este panorama (y conscientes de este desfase que nos sitúa en el paleolítico de la ciencia en pleno siglo XXI) un médico canario y una informática marroquí han ideado un método con “IA” que compara esas mismas radiografías con una amplia biblioteca de patrones óseos africanos. Y lo hace en apenas unos segundos.
Un método novedoso y eficiente, que no se le había ocurrido a nadie y que ahora más que nunca pondrá negro sobre blanco.

Miguel Ángel Daswani
Conductor de 'Hoy por Hoy La Portada' y 'Hoy por Hoy Tenerife'.




