Primero Canarias y sus consecuencias

Santa Cruz de Tenerife
La capacidad de generar ilusión es un tesoro para cualquier partido político. Y así nació este fin de semana Primero Canarias, con la alegría de quienes se sienten parte de algo que nace y está por construir. Ya el lenguaje que utilizan marca la diferencia, por el simple hecho de que es constructivo y propositivo, frente a las diatribas apocalípticas con que nos discursea la mayoría de la clase política. Especialmente de quienes rompieron en su día el nacionalismo canario por ambiciones personales, que hoy, aunque tardíamente, les pasa factura.
El fondo del nuevo partido de alcaldes coincide con las formas: es nítido y claro, y muestra sin complejos ni engaños que hay un progresismo que apuesta por pactar con Coalición Canaria. Y no solo para asaltar el Congreso; también para armar alianzas en todas las instituciones, desde el Gobierno de Canarias hasta los cabildos y ayuntamientos.
El PSOE y el PP tienen sobrados motivos para estar francamente preocupados: si la jugada sale bien, habrá presidencia nacionalista para rato y unos y otros estarán abocados a ser segundones aún ganando las elecciones autonómicas. Salvo que a Primero Canarias le ocurra lo que a Ciudadanos o Podemos y frustren, más pronto que tarde, las expectativas generadas por su incapacidad para convertir lo dicho en hechos.

Marta Cantero
He trabajado en diversos medios de comunicación de las Islas, tanto en Gran Canaria como en Tenerife,...




