Opinión

Expolio geológico

El Sonido

Santa Cruz de Tenerife

Son muchos los ejemplos que ponen de manifiesto que no somos conscientes del impacto de nuestras acciones en la naturaleza. Pensamos que un acto individual no tiene importancia alguna y, por ello, nos llevamos piedras del Teide, roca volcánica de Timanfaya o las algas calcáreas --conocidas popularmente como 'palomitas'-- de Fuerteventura. Hay incluso quien lo cuenta en la red con mucho orgullo.

El uso que damos a determinados paisajes es intensivo porque no somos uno, sino cinco millones las personas que pisamos el pico más alto de España cada año. Hay una evidente erosión humana, que a muchos puede parecer una supina tontería. Si dejáramos, sin embargo, de mirar la Naturaleza con los ojos de un consumidor compulsivo, y nos dejáramos embriagar por la profunda pasión y respeto que sienten por ella muchos seres humanos, entenderíamos el magnífico eslogan que han puesto en marcha los gestores del Parque Nacional de Timanfaya para explicar las consecuencias del expolio geológico: "robar Naturaleza es robar Futuro".

Marta Cantero

He trabajado en diversos medios de comunicación...