“Vivir aquí es un infierno", vecinos de Titerroy denuncian abandono en las 100 viviendas de protección oficial

Arrecife

En el barrio de Titerroy, en Arrecife, los vecinos dicen estar “al límite”. Fachadas deterioradas, calles sucias, ruidos constantes y la sensación de abandono son el día a día de quienes viven en las 100 viviendas de protección oficial de la zona, en concreto ubicadas en la calle Burgos.

Jesús Fernández, uno de los residentes, este martes en el programa Hoy por Hoy Lanzarote aseguró que “esto es una calle muy transitada, sobre todo por niños", "A las ocho de la mañana y a las dos de la tarde esto se llena, y las fachadas dan miedo". "Se ven los bloques del edificio”, lamentó.

El problema, explica, radica en la falta de mantenimiento de unos inmuebles construidos hace décadas. “El arreglo de la fachada cuesta más de 100.000 euros y eso se nos va de las manos". "Somos gente humilde”, añadió.

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Según este vecino, el Gobierno de Canarias alega que parte de las viviendas son ya de propiedad privada, y por tanto, no asume la rehabilitación completa del conjunto.

“No pedimos que vengan a pintarnos los balcones, pedimos una solución", "son edificios antiguos y la estructura está dañada”, insistió Jesús, recordando que muchos de los residentes son personas mayores o familias con pocos recursos.

La situación no se limita a las fachadas. Jesús denuncia también la suciedad en la Calle, una de las más transitadas del barrio, y el ruido constante del pabellón deportivo cercano, que asegura no cumple con la normativa de insonorización.

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“No estamos en contra del deporte ni de los chicos, pero el pabellón no está insonorizado". "Hay personas mayores que no pueden descansar, y otros vecinos han tenido que gastar un dineral en ventanas de aluminio para poder dormir”, explicó.

Ante esta realidad, los residentes piden una intervención urgente del Gobierno de Canarias y del Ayuntamiento de Arrecife.

“El Ayuntamiento se limpia las manos, dice que las viviendas son del Gobierno de Canarias". "Pero si quieren, pueden presionar, pueden ayudar”, concluye Jesús.

Los vecinos aseguran que seguirán luchando hasta que se actúe en las viviendas y se mejore la calidad de vida en Titerroy. Mientras tanto, el barrio continúa esperando respuestas y soluciones a un problema que, según ellos, “ya no puede esperar más”.

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