Llueve sobre mojado

Santa Cruz de Tenerife

La comparecencia de Pedro Sánchez en la comisión de investigación del Senado sobre el caso Koldo, dejó un gran titular: y es que todo esto “es un circo”.

La frase pronunciada por el presidente se refería únicamente al espectáculo ofrecido por algunos partidos, pero seguro que muchos de ustedes coincidirán en que el circo no es solo esa comisión, sino la política española casi al completo.

Sánchez negó que el PSOE tenga “caja b” y aseguró que todos sus cobros en metálico están justificados. Y el PP lo que hizo al terminar la comisión, no fue lamentarse por no haber conseguido esclarecer nada, sino que se fue a felicitar al senador Alejo Miranda y fundirse en un abrazo.

Pan y circo, dirían en Roma, a cargo del erario.

Mientras ellos se pelean, los sindicatos amenazan con una huelga general en diciembre si no suben los salarios; los precios disparan la inflación hasta el 3,1% y las hipotecas no se abaratan porque el Banco Central Europeo ha decidido congelar el precio del dinero.

Una de las pocas buenas noticias de esta recta final de la semana es la promesa de Sánchez (en respuesta al nacionalista Pedro Sanginés) de que el “decreto Canarias” saldrá adelante si Coalición Canaria consigue amarrar el apoyo del PP.

Pero, visto lo visto ayer, que el Partido Popular apoye una iniciativa del Gobierno parece casi, casi, un milagro, por mucho que lo que esté en juego sea el bienestar de los canarios.

Ojalá se imponga el sentido común, porque sin presupuestos estatales el país está paralizado. Y las cuentas autonómicas dan para lo que dan, aunque se hayan presentado.

Esos 12.400 millones de euros priorizarán en las Islas el gasto en educación, sanidad y políticas sociales. Son 813 millones más que este año y un crecimiento del 7%.

Esa buena noticia contrasta con la crudeza de los detalles que vamos conociendo de la operación Íncubo.

Una red de pederastia y explotación sexual de menores con todo tipo de aberraciones. Violaciones, tráfico de drogas y denuncias de zoofilia aparecen en un sumario, en el que se especifica también que algunas de las niñas vivían en pisos tutelados.

De momento, hay 13 investigados y tres de ellos en prisión provisional.

Lo peor de todo es que algunos de los implicados eran viejos conocidos del famoso caso “18 Loovas”.

Lo peor de todo es que llueve sobre mojado.