Desalojo inminente del hotel okupado en Tenerife: "Está en una situación dantesca"

Santa Cruz de Tenerife

Fue en febrero cuando la vida de Margarita Domínguez y su familia cambió por completo. Es la administradora única y propietaria del Grand Hotel Callao Sport, ubicado en el municipio tinerfeño de Adeje, que abrió sus puertas en 2009 y que tras años de actividad cerró en 2020 con la pandemia. Lo pusieron a la venta, pero a principios de este 2025 fue tomado por okupas. En 48 horas había 50 personas según sus dueños. Hasta 300 hombres y mujeres han llegado a vivir en estas instalaciones de cuatro estrellas que cuentan con 92 habitaciones. A lo largo de estos meses han presentado distintas denuncias. Por la vía penal, explican que el juez determinó que no existía criminalidad y que el desalojo preventivo no era, por tanto, posible. Pero ahora, Domínguez confirma que la Audiencia Provincia ha ordenado el desahucio voluntario en un plazo de 30 días. Si no se produce, el desalojo se realizará a la fuerza el próximo 10 de diciembre.

Recientemente, durante la notificación del desalojo, han podido acceder junto a la Guardia Civil a las zonas comunes de las instalaciones. "Estamos contentos porque la justicia sale a la luz y nos han dado la razón en lo que es una verdad desde el principio, pero estamos disgustado. El hotel está en una situación dantesca. Han robado, han destrozado, han hecho hasta sus necesidades en el suelo", ha denunciado Domínguez en la SER. En meses anteriores ya advirtió de que las habitaciones se estaban "vendiendo" por hasta 3.000 euros, que había gente que solo pasaba un fin de semana en ellas y otra que estaba de forma indefinida.

Insalubridad en las instalaciones

Los propietarios vienen denunciando una situación de inseguridad en el entorno con cocinas improvisadas con bombonas de gas y altercados que han obligado "a las ambulancias a entrar escoltadas" cuando se producen altercados. La administradora única explica que, ahora mismo, les preocupa la insalubridad del entorno: "Generan basura y nadie la saca. Imaginen la poca limpieza que tienen ellos mismos para convivir. Ellos mismos, por lo visto, tampoco se sienten seguros. No sé si hay gente más conflictiva que otra".

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En junio un equipo de Radio Club Tenerife se trasladó hasta el inmueble, donde pudo constatar las diferentes realidades que se viven en la zona, desde familias que vinieron desde otros países y al llegar se encontraron con tener que pagar una gran cantidad de dinero para vivir de okupa hasta personas que aseguraban que por las noches se producían reyertas en las instalaciones. También algunas mujeres embarazadas y algunos niños, si bien los perfiles han ido cambiando a lo largo de los meses. "Aquello es como un barrio sin ley", indica la dueña lamentando que llegó a tener dudas "de que la justicia existe" porque "no teníamos que haber llegado a esta situación". Explica que incluso un juzgado llegó a pedir un título de propiedad a los ocupantes: "Era absurdo porque se trata de un hotel".

El Ayuntamiento confía en que el desalojo sea voluntario

La intención de la familia sigue siendo vender el hotel cuando puedan recuperarlo. "Económicamente era insostenible para nosotros reabrir. Es lo que tenemos en mente desde el minuto uno y lo que no hemos podido conseguir, no hemos podido ni entrar", señala Domínguez. Asumen que tendrán que hacer frente a daños económicos, aunque no son capaces de cuantificarlos dado que no han podido acceder a las habitaciones: "Cuando entremos sabremos a qué nos enfrentamos". La dueña destaca los daños morales que han sufrido como consecuencia de "la impotencia, la incertidumbre de no saber qué hacer" y reconoce que durante estos meses han hecho "malabarismos económicamente".

Si bien la administradora única no confía plenamente en que no se produzcan incidentes durante el desalojo, fuentes municipales esperan que el mismo se lleve a cabo de forma voluntaria. El Ayuntamiento ha asegurado a este medio que ofrecerán alternativas y atención a quienes lo soliciten y tengan derecho al estar empadronados o tratarse de perfiles vulnerables.