El desafío de convertir ideas en largometrajes: la financiación, un obstáculo persistente para el cine canario

Santa Cruz de Tenerife

Un ecosistema en auge. Es la definición más frecuente del sector audiovisual en Canarias que se ha dado en los últimos años porque es un sector que ha atraído muchos proyectos cinematográficos por, entre otras, los incentivos fiscales, los paisajes y el talento local. Productoras canarias como La Crème Films han conseguido hacerse un hueco en el sector del que aseguran que el archipiélago tiene un gran talento. Conclusiones del CIIF Market 2025, un escaparate para los productores, directores y todos los profesionales del sector.

La financiación, el gran camino

El sector audiovisual en Canarias sigue creciendo gracias a los incentivos fiscales y al gran apoyo institucional. Esto es uno de los pilares fundamentales para los productores canarios pero también para atraer proyectos de fuera. Esto supone que el 'cine canario', el de las pequeñas producciones, dependa en gran parte de esos incentivos y subvenciones y que sin ellos no puedan sacar sus largometrajes.

Áaron J. Melián es un director de cine y miembro de La Crème Films que a pesar de que lleva más de 10 años trabajando en el sector audiovisual, en publicidad, hace dos años decidió emprender el camino de los largometrajes que a día de hoy la financiación "es un camino muy largo".

Además el director asegura que precisamente en el CIIF Market 2025 pudo contrastar con otros compañeros del sector "en Canarias precisamente no falta talento" en un sector, que se ha convertido en los últimos años en estratégico y que ha crecido, gracias, entre otras al apoyo institucional.

La nueva Ley del Cine

A pesar de que el Consejo de Ministros aprobó el texto en junio de 2024 y lo remitió al Congreso por la vía de urgencia, actualmente se encuentra bloqueado en una Comisión de Cultura por las sucesivas ampliaciones a los plazos de enmiendas. Por parte del Gobierno de España esperan que esté aprobado en este 2025.

La nueva norma pretende modernizar un marco legal que nació en 2007. Entre las nuevas medidas destaca algunos puntos polémicos como la prioridad en la concesión de ayudas públicas a los productores independientes aunque hay cierta inseguridad jurídica sobre la definición de un productor independiente que el sector asegura que podría no ser del todo acertado. También en materia de ayudas las series podrán recibirlas de igual forma que el cine tradicional.

La esencia de la norma en un principio es impulsar los proyectos pequeños e independientes. Por esto, las plataformas verán limitadas las ayudas que reciben y además, algunas como Disney+ y Netflix tendrá que compartir sus datos de audiencia. A pesar de esto, desde el propio sector sí consideran que si no logran definir de una manera clara lo que significa una obra independiente podría afectar negativamente a las pequeñas productoras.