Golpes de mar

Todos reaccionamos como Sabina cuando somos protagonistas de alguna desgracia: ¿Cómo pudo sucederme a mí?, nos preguntamos. Si somos responsables, o no, de que un golpe de mar nos arrastre y nos ahogue, es el debate que se ha abierto en Canarias después de lo sucedido este fin de semana.
La prealerta por fenómenos costeros no ha impedido que muchas personas se hayan adentrado en los muelles de nuestra costa, y que el riesgo haya terminado fatalmente. Siete de cada diez ahogados en las Islas son turistas, por lo que no sabemos si es la desinformación una de las causas que impiden evitar este tipo de accidentes. O si las señales existentes son insuficientes.
Por supuesto que hay una responsabilidad individual, cada cual debe medir sus circunstancias y las decisiones que toma; pero en un tiempo en que los fenómenos extremos y las emergencias inundan la discursos y la vida de la ciudadanía, hay que evaluar qué más está al alcance de las instituciones para lograr que el mar que nos rodea no se convierta en una fuente de malas noticias.

Marta Cantero
He trabajado en diversos medios de comunicación de las Islas, tanto en Gran Canaria como en Tenerife,...




