Filtraciones sin remedio

Santa Cruz de Tenerife

Termina la semana con el fiscal general del Estado condenado por filtrar una información. Y lo que es más doloroso para él, obligado a indemnizar al novio de Isabel Díaz Ayuso, que (dicho sea de paso) es un defraudador.

Todo esto ocurre en el país, por el que lucharon nuestros padres y nuestros abuelos. Y es el mismo que vamos a tener que mejorar, para que nuestros hijos y nuestros nietos puedan llegar a viejos.

A Álvaro García Ortiz se le vio mucho el plumero cuando decidió hacer limpia en su móvil en medio del jaleo.

Y Pedro Sánchez no ayudó cuando se mostró convencido de su inocencia en pleno procedimiento. Esa declaración sentó mal en la judicatura y le han echado la mano al cuello.

Lo de las filtraciones en este país ni es nuevo ni tiene remedio. Porque mires a donde mires aparece un fontanero.

Fontaneros o fontaneras que hacen de periodistas y periodistas que tienen que comer cigalas, para poder llevar un ‘mendrugo’ de pan a casa.

De las filtraciones que he recibido en mis 35 años de oficio, los papeles de Tindaya son los que más recuerdo. Me los llevaron un domingo por la mañana a casa. Y aunque tuve que leer un enorme dossier, solo hubo que encajar las piezas para escribir, como si estuvieras jugando al Cluedo.

De la Audiencia de Cuentas me llamaban cada mes algunos consejeros... Políticos, muchos de ellos, que aún siguen en activo y que no tienen remedio... Porque te contaban deliberaciones de las juraron guardar secreto.

Por eso me hace mucha gracia cuando esa misma gente pide la anulación de comisiones de investigación, en las que se juega al mismo juego.

Papeles famosos filtrados en Canarias son también los del caso Bango, caso Unión o (mucho más reciente) el del caso mediador.

Los del caso mascarillas han salido ahora, pero si les digo la verdad llevaban rondando un tiempo.

El problema siempre es encontrar a alguien que te los compre, guardando confidencialidad, y sin poner tu trabajo en riesgo.

Lo que tiene bemoles es que haya sido a un fiscal al que han cogido con el carrito de los helados, y encima en pleno invierno.

Su error fue dejarse defender por un presidente del Gobierno.

Un presidente es caza mayor y machacarlo no tiene precio.