Ciro Molina, víctima de abusos sexuales por la iglesia de Tenerife: “Bernardo Álvarez nunca estuvo de nuestro lado”
La muerte del obispo emérito, señalado por encubrir abusos sexuales en la Iglesia tinerfeña, reabre las heridas y las exigencias de justicia de quienes sobrevivieron a aquellos hechos

Ciro Molina, víctima de abusos sexuales por la iglesia de Tenerife: “Bernardo Álvarez nunca estuvo de nuestro lado”
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Santa Cruz de Tenerife
El obispo emérito de Tenerife, Bernardo Álvarez, ha fallecido este martes a los 76 años tras un rápido empeoramiento de su salud. Natural de Breña Alta y ordenado sacerdote en 1976, desarrolló una larga trayectoria en la Diócesis Nivariense, donde fue obispo desde 2005 hasta su renuncia en 2024. Su figura quedó marcada por las denuncias públicas que lo señalaron como encubridor de delitos de abuso sexual a menores dentro de la Iglesia tinerfeña, un aspecto que generó fuerte controversia durante su mandato.
Uno de esos menores que fue víctima de abusos en la Iglesia de Tenerife fue Ciro Molina, portavoz de la Asociación Infancia Robada (ANIR), quien ha expresado que la muerte del obispo la ven como un punto y aparte en los episodios de abusos de la institución eclesiástica, Ciro reprocha que: "Bernardo tuvo oportunidad de ponerse en el lado de las víctimas y no lo hizo". Además, Molina subraya que el obispo nunca mostró públicamente el apoyo a las víctimas reprochando estos episodios de abuso sexual a menores de montaje. Pero, nunca respondió a los periodistas cuando se le preguntaba por los casos de ocultamiento de abusos por parte de sacerdotes a menores de edad.
Una oportunidad histórica que nunca quiso asumir
A pesar de que se le diera la oportunidad a Álvarez de ser el abanderado de luchar y denunciar los hechos ocurridos, nunca lo quiso aceptar a pesar del poder que tenía dentro del orden eclesiástico. Por lo que, Molina explica que para la asociación lo que les alienta es que haya sido el propio pueblo quien haya juzgado al obispo y que no participarán en los homenajes que le realicen tras su muerte ya que cuando estuvo que estar con las víctimas no lo hizo y les dio de lado.
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Una oportunidad histórica que nunca quiso asumir
“Los que están en la sala de máquinas siguen siendo los mismos”
Molina explica que con la muerte del obispo se acaba una vida de una persona. Pero, que la Diócesis Nivariense tiene muchas cuestiones pendientes en cuanto a la reparación emocional y psicológica de las víctimas de pederastia: "Víctimas que no pudieron acudir a la justicia porque fue la propia orden quien boicoteó esa vía. Los que siguen operando en la sala de máquinas de la diócesis siguen siendo los mismos".
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“Los que están en la sala de máquinas siguen siendo los mismos”

Marta Prieto
Periodista de informativos en la redacción de la Cadena SER en Canarias, antes en "A vivir que son dos...




