El periodismo y sus mordazas

Santa Cruz de Tenerife

Las televisiones autonómicas están llamadas a jugar un papel clave en las comunidades que cuentan con ellas. A nadie escapa, sin embargo, que este principio general está muy condicionado por la realidad político-mediática de cada territorio. Y ya saben lo complicada que es la nuestra. Tanto, que han pasado 25 años y para lo único que ha servido de verdad la 'tele canaria' es para que nuestros políticos la usen como arma arrojadiza; o peor, como un trasto que tirarse a la cabeza. Tampoco ha ayudado la inestimable colaboración a que se han prestado algunos periodistas entregados a los partidos a los que votan. Y no a la audiencia ni a su profesión. La independencia no es una quimera inalcanzable; y aunque se pierda, es una batalla que hay que dar. El problema es que el periodismo canario está amordazado, política y empresarialmente, y quienes lo ejercemos no estamos teniendo el valor de plantarnos ante tanto desatino. Nuestra función no es bailarle el agua a uno o a otro, es justo lo contrario: denunciar los excesos del poder.