Pescadores de Lanzarote alertan de "la muerte total" del sector si entra el cerco industrial de atún en Canarias

Arrecife

La posible autorización de la pesca con cerco industrial de atún en aguas de Canarias ha encendido las alarmas entre los pescadores locales. El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores San Ginés, Aquilino Arrocha, ha llegado a calificar la medida como una amenaza directa a la supervivencia del sector.

“Si el cerco, mayormente del atún, se autoriza en Canarias, la pesca estaría prácticamente muerta. Sería la destrucción total, sin errores ni temor a equivocarme”, ha asegurado Arrocha en declaraciones a SER Lanzarote, subrayando la gravedad de la situación.

El patrón mayor explica que la introducción de dispositivos de concentración de peces conocidos como FAD (Fish Aggregating Devices), combinados con la pesca de cerco industrial, supondría un golpe mortal para los pescadores locales. “Sería la muerte instantánea del sector pesquero en Canarias. Dependemos mucho del atún, no solo los atuneros, sino barcos menores que paran de pescar al fondo para dedicarse al atún”, detalló.

Cómo funcionan los FAD

Arrocha describe cómo funcionan estos dispositivos: “El atún se concentra siempre bajo cualquier objeto. Cada vez los FAD están más especializados. Después vienen los cerqueros y le calan, tenga la talla, no tenga la talla, pero te coge todo. Eso es el crimen más grande. El FAD se va a acabar con la pesca del atún”.

El patrón mayor también denuncia la tecnología que permite a los barcos industriales controlar en tiempo real la ubicación y cantidad de peces, eliminando la posibilidad de capturas sostenibles: “Antes, si el capitán veía pescado pequeño, no calaba. Hoy ya con estos sistemas dice: ‘le calas y punto. Si no, te vas a la calle’”.

Arrocha insistió en que el atún es la “pesca estrella” de Canarias y que cualquier medida que limite su aprovechamiento pone en riesgo la actividad de cientos de familias: “Nadie quería tener un barco porque si le quitas el atún, ¿qué hacemos aquí?, ¿qué pintamos?”.

Denuncias de ambientalistas

Estas declaraciones coinciden con denuncias de organizaciones ecologistas, que han criticado los proyectos piloto de cría y pesca industrial de atún y rabil, impulsados por la Unión Europea y el Gobierno español, con apoyo del Ejecutivo autonómico, por considerar que ponen en riesgo la biodiversidad marina y la sostenibilidad del caladero canario.

Para Arrocha, el mensaje es inequívoco: la autorización de la pesca de cerco y el uso de FAD no solo amenaza el equilibrio ecológico, sino la propia supervivencia de la pesca artesanal y profesional en Canarias. “Si se admite el cerco aquí, para los pescadores canarios sería una muerte total, total”, concluyó.

El Cabildo también lo rechaza

El Cabildo de Lanzarote ha expresado su firme oposición al proyecto piloto que ha promovido la Unión Europea, a solicitud del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, destinado a evaluar la viabilidad de la pesca con cerco industrial de túnidos en el caladero canario.

La institución insular ha advertido de que esta iniciativa, que se ha aprobado recientemente durante la 29ª Reunión Ordinaria de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) en Sevilla, ha supuesto un riesgo directo para la sostenibilidad marina y el futuro de la pesca artesanal en el archipiélago.

Oswaldo Betancort, presidente del Cabildo de Lanzarote, y Samuel Martín, consejero de Pesca, rechazan el uso del cerco industrial en Canarias. / Cadena SER

El presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, ha declarado que el proyecto “ha supuesto un riesgo inaceptable para nuestros mares y para un modelo de pesca que ha demostrado ser equilibrado, sostenible y beneficioso para las comunidades costeras”.

Betancort ha subrayado que Canarias no ha podido convertirse en un laboratorio para experimentar con técnicas industriales que han provocado graves impactos sobre la biodiversidad.

"Un hombre, un anzuelo"

Ha añadido que proteger el mar como fuente de vida, identidad y economía local ha pasado por preservar las prácticas tradicionales y selectivas, como la pesca de “un hombre, un anzuelo”, que ha garantizado capturas responsables y respeto al entorno.

El Cabildo ha recordado que tanto la pesca de cerco industrial como la de arrastre han estado prohibidas en el caladero canario debido a su impacto negativo sobre los recursos y la biodiversidad. Autorizar un proyecto experimental de este tipo habría abierto la puerta a la implantación de métodos intensivos, que habrían resultado incompatibles con la fragilidad del ecosistema local y con el modelo de pesca que ha sostenido a las islas durante generaciones.

Por su parte, el consejero de Pesca, Samuel Martín, ha coincidido en que la propuesta “ha puesto en riesgo el equilibrio del caladero canario y la supervivencia de un sector que ha trabajado de manera sostenible durante décadas”.

Martín ha recordado que la pesca artesanal ha sido el corazón de nuestras comunidades y ha advertido que la introducción del cerco industrial o la acuicultura intensiva de túnidos “habría colocado en desventaja a quienes siempre han respetado los ciclos naturales y han apostado por prácticas de bajo impacto”.

El Cabildo también ha alertado sobre los efectos que ya han provocado los dispositivos agregadores de peces (FADs o DAF), empleados en la pesca de cerco industrial, muchos situados al sur de Canarias.

Peticion al Gobierno

Según la institución, estos sistemas han concentrado artificialmente los cardúmenes, han alterado las rutas migratorias de los túnidos y han favorecido la sobreexplotación localizada, en detrimento de la flota artesanal, que ha faenado con métodos selectivos y sostenibles.

Finalmente, el Cabildo de Lanzarote ha exigido al Gobierno de España un mayor compromiso con la protección del caladero canario y con políticas de pesca que hayan priorizado la sostenibilidad, evitando la introducción de artes industriales que hayan comprometido la biodiversidad.

Asimismo, ha reclamado que las instituciones insulares y el sector pesquero hayan participado activamente en cualquier decisión que haya afectado a los recursos marinos de Canarias.