Opinión

Sobre la recuperación de la confianza

El Enfoque de Francisco Pomares

Sobre la recuperación de la confianza

Santa Cruz de Tenerife

La ambición de poder ha producido una criatura única: un líder que –en su transformación presidencial- pasó de ser adalid de ejemplaridad constitucional, de la aplicación del artículo 155 y la cárcel para Puigdemont, a estar hoy dispuesto a hacerse la foto que lleva años exigiéndole. El relato oficial nos dice que el presidente actúa por “convicción democrática”, que el diálogo es la “herramienta esencial” y que España no para de “mejorar institucionalmente”.

La versión real es un poco menos melífica: Sánchez sabe que sin Junts no hay legislatura, que sin legislatura no hay Moncloa y que sin Moncloa se acabó lo que se daba. Porque el poder no reside en Moncloa ni en las Cortes, sino en la campiña de Waterloo, en el chalet del exilio, desde el que se dicta cuándo habla el presidente, qué legisla, qué promete y con quién se tiene que hacer las fotos. Y todo mientras en el Partido Popular sueñan con mociones de censura imposibles, y la patronal catalana descubre que ya no pinta absolutamente nada.

Esta es una partida en la que solo mandan dos egos con un problema común: se les agota el tiempo.