Reconciliaciones pocas o ninguna

Santa Cruz de Tenerife

Este jueves podrán encontrar ya en las librerías de toda España, las memorias de un rey (ahora emérito) del que todos teníamos un buen concepto, hasta que empezamos a descubrir (gracias a los medios de comunicación) algunas de sus andanzas.

De Juan Carlos Primero de Borbón, podemos decir muchas cosas, pero no desde luego que haya tenido una vida complicada... Y por complicada entiendo (como entendemos la mayoría) no llegar a final de mes o no poder comprar una casa.

No tener dinero para pagarnos una residencia cuando nos hacemos mayores o no tener quien nos cambie el pañal si nos quedamos en casa.

Por supuesto que no debe ser fácil vivir en el exilio ni liderar la transición de una dictadura a una democracia, aunque resulta que todos al nacer asumimos una carga. Carga que no elegimos, sino que viene heredada.

Pero como le ha dicho su hijo Felipe VI, no nos pasemos de nostalgia, porque la nostalgia no es buena compañera, ni su mochila es la más pesada.

Así que la “reconciliación” con la que se presenta Juan Carlos le servirá para vender libros, pero no para restañar heridas que aún no están citarizadas.

Tampoco hay reconciliación de Junts con el PSOE, porque los de Puigdemont dicen que Sánchez habla desde la necesidad parlamentaria y no desde el convencimiento.

Junts no cambia de posición tras la mano tendida de Sánchez y le responsabiliza del bloqueo de la legislatura por incumplir

No hay reconciliación entre el PSOE y la Audiencia Nacional, que le reclama a los socialistas todos los pagos en metálico hechos entre 2017 y 2024, incluidos los de su secretario general.

Y no hay reconciliación entre Fernando Clavijo y el ministro Albares, porque nos han dejado fuera de la cumbre que se celebra hoy con Marruecos, a pesar de que en ella se va a hablar de cuestiones que afectan directamente a Canarias.

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Al hablar de reconciliaciones, otra que parece imposible es la de la Venezuela de Maduro con Trump, que empieza a quedarse dormido (por cierto) en los sitios a los que va.

Reconciliar es una palabra bonita, porque significa volver a estar bien con alguien, después de pelear. Reconciliar es crecer y es sellar la paz. Toca pedirlo por Reyes, aprovechando la Navidad.