Muere una niña de 13 años tras caer desde un hotel abandonado en Tenerife: la Policía descarta la implicación de terceros

Santa Cruz de Tenerife

Una niña de 13 años falleció este jueves tras caer desde una gran altura en un hotel abandonado en el barrio de Añaza, en la isla de Tenerife. Según han confirmado fuentes de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife a la Cadena SER, los agentes que se desplazaron al lugar tras recibir la alerta intentaron reanimarla sin éxito. También se trasladaron profesionales del Servicio de Urgencias Canario y los bomberos.

La fuentes señalan asimismo que la niña se encontraba en el esqueleto de este edificio abandonado hace 50 años junto a otros tres menores. La Policía Nacional, que se ha hecho cargo de la investigación e intenta esclarecer las causas del fallecimiento, descarta "en principio la participación de terceras personas", según ha informado el cuerpo.

El Ayuntamiento asegura que está vallado

Preguntado al respecto, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha asegurado que en el año 2018 se procedió "al vallado y colocación de cartelería informando del peligro de acceder a este edificio ilegal y a medio terminar". La infraestructura, que fue proyectada en 1973 para convertirse en un hotel de lujo, fue abandonada tan solo dos años después, en 1975, por no contar con los permisos urbanísticos definitivos y por falta de financiación. Ya en 1998 una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias fijó que invadía la zona de servidumbre marítimo-terrestre y que, por tanto, debía ser derribado.

Durante medio siglo ha permanecido como una gran mole de cemento que ocupa entre 35.000 y 40.000 metros cuadrados. La retirada de este mamotreto ha sido una reivindicación constante por parte de los vecinos. En 2018 el consistorio comenzó la ejecución subsidiaria e intentó localizar a los propietarios con el fin de hacerse con su titularidad y derribar el edificio que "tantos problemas está generando", reconoce ahora el Ayuntamiento.

Gestiones para la expropiación

Hace tan solo unos meses se produjo un avance en el acuerdo entre administraciones (consistorio, Cabildo de Tenerife y Gobierno de Canarias) para aportar los fondos necesarios para la demolición y sustituirlo por un espacio natural "seguro". La corporación local asegura que continúa trabajando, a través de la Gerencia de Urbanismo, en la expropiación. Añade que está desarrollando contactos con el Consulado alemán "para poder practicar una notificación válida en derecho a los propietarios", un acto "indispensable" para aprobar el proyecto de demolición y sacarlo a licitación. De lo contrario, insisten, no podría registrarse el cambio de titularidad.