Ahora sí que sí empieza la cuenta atrás

Santa Cruz de Tenerife

Superado el último puente del año, con una excelente ocupación hotelera en las Islas (la desgracia de otros cuatro extranjeros que mueren en nuestras costas por una imprudencia temeraria) le abrimos la puerta a una semana de cuatro días que nos mete de lleno en Navidad. Fiestas que sirven dinamizar la economía (a base de compras obligadas) y celebraciones que deben servirnos a todos para reforzar afectos.

Se elevan a cuatro los fallecidos por un golpe de mar en Tenerife: la piscina donde ocurrió estaba precintada por riesgo

Comidas de empresa que permiten mejorar las relaciones en el trabajo, encuentros familiares para realzar cariños o limar asperezas y brindis improvisados con nuestro entorno social. La mayoría de esos encuentros los hacemos por devoción, pero sepan que son muy buenos también por salud mental, porque no es sano para nadie vivir en soledad.

Caminando solo se va más rápido, pero se llega más lejos cuando te dejas acompañar. Los problemas son los mismos, pero no se ven igual.

Quedan 22 días para despedir 2025 y será el 22 de diciembre cuando nos levantaremos soñando, con el gordo de Navidad. Y como ha cambiado el cuento que el primer premio hace unos años te daba para comprarte dos o tres pisos, un coche y para liberarte de pequeñas deudas. Ahora, aunque te toque, hay que seguir trabajando.

Esta semana cuenta atrás también para una nueva huelga de médicos por el estatuto marco que se negocia con el Estado. Y cuenta atrás para el inicio de un 2026 que se presume electoral, con ‘pistolezo’ de salida en Extremadura y veremos donde más.

Extremadura, ante su primera campaña de unas elecciones anticipadas

Todo ello sin olvidarnos de la cuenta atrás en la que estamos inmersos para la revolución global que está provocando en nuestras vidas la Inteligencia Artificial. Porque no hay empresa o ciudadano en este país que no la está utilizando ya.

Chaptgpt, Gemini, Copilot, son algunas de las más utilizadas y le van a dar la vuelta a nuestro mundo como lo hizo la revolución industrial, cuando nacieron las primeras fábricas modernas y las producciones en serie.

Cuando se aumentó la productividad y se abarataron los productos, cuando se produjo un éxodo masivo del campo a la ciudad. Éxodo que nos coloca justo en la casilla de salida de esta crónica: ciudades en las que ahora no hay donde alquilar. Si aprendemos de los errores, tenemos por delante una segunda oportunidad.