Contra viento y marea: el Belén de Arena de Gran Canaria inaugura su 20ª edición tras la borrasca Emilia

Las Palmas de Gran Canaria

La playa de Las Canteras vuelve a convertirse esta Navidad en un gran escenario artístico al aire libre con la celebración del 20º aniversario del Belén de Arena, uno de los símbolos culturales y navideños más reconocibles de Las Palmas de Gran Canaria y del conjunto del archipiélago.

Desde su primera edición en 2006, este nacimiento esculpido íntegramente en arena no ha dejado de crecer en dimensión, calidad artística y proyección internacional, hasta ocupar hoy unos 1.500 metros cuadrados y consolidarse como una auténtica tarjeta de presentación de la ciudad durante las fiestas.

Este aniversario llega, además, marcado por la climatología. Hace 20 años fue el temporal Delta, que dejó imágenes imborrables como la pérdida del Dedo de Dios en Agaete. En esta ocasión, llegó la borrasca Emilia, que no impidió la apertura de sus puertas este lunes 15, resistiendo al viento y al mal tiempo. Eso sí, con retraso institucional al no tener los permisos correspondiente en tiempo y forma.

“Ha sido el empeño y el trabajo de muchísima gente para que esto no solo no se cayera, sino que se pudiera abrir”, explica el director del Belén de Arena, Aday Rodríguez, que destaca el esfuerzo colectivo detrás del proyecto. Rodríguez subraya que el belén es fruto de un engranaje humano que va mucho más allá de los escultores. “Somos un equipo enorme: escultores que llegan y se ponen a trabajar casi nada más bajarse del avión, peones, tractoristas, gente de redes sociales, de vídeo, de patrocinio, de prensa… somos un equipo”, señala.

En esta vigésima edición, la técnica ha sido clave para que las esculturas resistieran las inclemencias del tiempo. “El material es la arena de la playa y agua, no hay nada más”, explica. “Se compacta en grandes cajones de madera, se humedece y se pisa con maquinaria. Si entra arena demasiado seca, cuando se abre el cajón, se desmorona”.

Según el director, este año se puso especial cuidado en ese proceso incluso antes de conocer la llegada de Emilia. “Hicimos mucho hincapié en la compactación para que las esculturas aguantaran lo mejor posible, y creo que eso ha influido muchísimo”.

Sobre la posibilidad de proteger el belén con lonas u otras estructuras, Rodríguez lo descartaba: “El espacio es demasiado grande como para que una estructura efímera pueda resistir. No estamos hablando de una construcción normal”, recuerda, una opción ya estudiada tras el paso del temporal Delta y descartada por inviabilidad técnica.

Durante el acto inaugural, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, quiso felicitar públicamente a los impulsores del proyecto.“Quiero empezar agradeciendo y felicitando el enorme trabajo que hacen desde hace 20 años Miguel, Paqui y Aday. Su tesón y su visión merecen un reconocimiento sincero por parte de las instituciones y de la ciudadanía”, afirmó.

Morales destacó además la incorporación de nuevas administraciones al apoyo del Belén de Arena. “Hoy se suma una nueva administración. El Gobierno de Canarias y el Cabildo, a través de Turismo de Gran Canaria, son conscientes de lo que significa este evento. Es una de las mejores proyecciones para la isla y para la capital”, subrayó, poniendo en valor la colaboración institucional.

El presidente insular resumió el valor del Belén de Arena en varios pilares fundamentales. “El Belén de Arena es memoria e historia”, afirmó, recordando que la tradición belenista llegó a España en el siglo XVI y que Canarias pudo ser una de sus primeras puertas de entrada. “Por eso tiene una significación especial: siempre ha sabido adaptarse al paisaje, a la memoria y a la realidad del territorio”.

También destacó su dimensión artística. “Esto es arte efímero, pero aquí están los principales escultores en arena del mundo, mostrando su obra a orillas del Atlántico, en la Playa de Las Canteras”.

A ello se suma su enorme impacto exterior. “Es una proyección extraordinaria para la isla y la ciudad, ligada al arte, al clima y a todo lo que ofrece Gran Canaria”, señaló Morales, recordando los millones de impactos y visitantes acumulados.

Arte efímero con alcance internacional

Cada edición reúne a escultores de distintos países, y este año, con motivo del vigésimo aniversario, el Belén de Arena ha alcanzado una visibilidad inédita: aparece en los décimos de la Lotería Nacional, llevando la imagen de Gran Canaria a millones de hogares. En total, seis millones de boletos reproducen la escultura de La Natividad, creada por la artista Sue McGrew.

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Además, los artistas han creado figuras que rinden homenaje a Gran Canaria y al creador Néstor Martín-Fernández de la Torre. El equipo, formado por una decena de escultores, ha modelado cerca de 1.500 metros cuadrados de arena, con piezas que alcanzan más de cinco metros de altura, consolidando esta cita como una de las manifestaciones artísticas efímeras más singulares del mundo.

Un proyecto cultural y solidario

El Belén de Arena mantiene también su compromiso social. En la pasada edición, correspondiente a la Navidad 2024/2025, se recaudaron unos 18.000 euros, destinados íntegramente a comedores sociales de Las Palmas de Gran Canaria. La cifra incluye tanto las donaciones de los visitantes como la aportación de 6.000 euros de la Fundación “la Caixa”, a través de CaixaBank.

Más de tres millones de visitantes en dos décadas

Con más de tres millones de visitantes acumulados en 20 años y cerca de 260.000 visitas solo en 2024, se ha consolidado como uno de los proyectos culturales más reconocidos de la navidad europea. El belén permanecerá abierto hasta el 8 de enero, con entrada gratuita.