Guardias Civiles de tráfico de Lanzarote reparan sus propias motos por falta de medios
Agentes sin titulación de mecánica, se ven obligados a reparar sus propias motocicletas oficiales, en contra del protocolo

AUGC denuncia que guardias civiles de Lanzarote reparan sus propias motos por falta de medios
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Arrecife
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado una situación "gravísima" en el Subsector de Las Palmas, que incluye a los agentes destinados en Lanzarote, donde los guardias civiles están obligados a hacer de mecánicos en sus motocicletas oficiales de tráfico sin la titulación reglamentaria.
AUGC, que ha corroborado la información con imágenes de vehículos desmontados, explica que agentes con "ciertos conocimientos" asumen tareas complejas que deberían enviarse al taller oficial BMW en Gran Canaria, vulnerando el protocolo de seguridad establecido.
La mayoría de las motos superan los 200.000 kilómetros, dos más modernas rondan los 180.000, y las dos furgonetas de atestados —una Mercedes— acumulan más de 400.000 kilómetros, lo que agrava el riesgo para la seguridad vial y la integridad física de los motoristas de Lanzarote y resto del subsector, además de una sobrecarga de funciones ajenas a su labor principal.
Petición de transparencia a Interior
Ante esto, AUGC presentó el 25 de mayo de 2025 una Solicitud de Acceso a la Información Pública al Ministerio del Interior, reclamando datos sobre el número de motocicletas, su kilometraje, las empresas de mantenimiento y los costes asociados en 2023, 2024 y 2025.
La asociación celebra la esperada llegada de unas veinte motos nuevas al subsector, pero exige que se corte ya esta irregularidad y se usen solo talleres cualificados.
"Instamos a la Dirección General a que cese de inmediato esta práctica irregular, que se cumplan los protocolos y se garantice la seguridad de las motocicletas, herramientas esenciales de trabajo", remarca AUGC, que reclama procedimientos adecuados para los destacamentos de Lanzarote y Canarias. La precariedad en la flota, con vehículos al límite, pone en jaque la labor diaria de estos guardias en las carreteras de la isla.




