Sobre una decisión insólita de Coalición Canaria

Santa Cruz de Tenerife

Abstenerse no siempre es quedarse al margen. En política, muchas veces es justo lo contrario: tomar partido sin dar la cara. Y eso es exactamente lo que ha hecho Coalición Canaria al abstenerse para evitar que Ángel Víctor Torres vuelva a comparecer en el Parlamento y explique por qué mintió en su anterior intervención.

No hablamos de una petición caprichosa. Hablamos de un informe de la UCO que contradice frontalmente las versiones de Torres y de una comisión de investigación cuya razón de ser es obligar a dar explicaciones cuando los relatos se caen. Si no es para eso, ¿para qué sirve? Pero lo desconcertante no es que el PSOE proteja a su secretario general. Eso era previsible. Lo inquietante es que Coalición, que demostró que Torres faltó a la verdad y habló incluso de posibles delitos, se aparte ahora justo cuando llega el momento de exigirle cuentas.

Las explicaciones ofrecidas por José Miguel Barragán no convencen. Decir que las contradicciones ya están acreditadas no justifica impedir que se expliquen. Al contrario. La pregunta es inevitable: ¿qué ha cambiado? ¿Por qué ahora?

En política las casualidades son poco frecuentes. Y una abstención que salva a un ministro en apuros siempre merece algo más que silencio.