Jaque de Costas a La Graciosa con un deslinde "desproporcionado"
El deslinde en tramitación para Caleta del Sebo pretende ampliar la servidumbre de protección a 100 metros, frente a los 10 metros actuales, en suelo urbano consolidado

Jaque de Costas a La Graciosa con un deslinde "desproporcionado"
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Arrecife
La Comunidad Energética ‘El Sol de La Graciosa’ ha denunciado la tramitación, por parte de la Dirección General de Costas, de un nuevo deslinde marítimo-terrestre que no solo afectaría de forma directa a Caleta del Sebo, sino que "podría sentar un precedente preocupante" para otros núcleos costeros consolidados de Lanzarote, como Punta Mujeres, Arrieta o La Santa.
Para el colectivo, el mayor y más inmediato impacto lo padecería Caleta del Sebo, el único núcleo poblacional de La Graciosa y considera que la propuesta de ampliar la servidumbre de protección del dominio público marítimo-terrestre hasta los 100 metros constituye "una medida desproporcionada que amenaza con paralizar el presente y el futuro del pueblo".
'Sol de La Graciosa' afirma que la medida ha sido impulsada sin un proceso real de información pública, sin consenso social y sin participación efectiva de la ciudadanía. Añaden que esta actuación administrativa, aún no aprobada, se está tramitando de forma opaca, "generando una grave inseguridad jurídica y social en una comunidad que ya convive con uno de los mayores niveles de protección ambiental del territorio nacional".
Cambio del marco normativo
La comunidad energética señala que la imposición de esta ampliación supone un cambio radical respecto al marco normativo e histórico que ha regido Caleta del Sebo durante décadas. Añade que este nuevo rigor contrasta con el marco histórico y jurídico que ya define a La Graciosa.
Recuerda el colectivo que en 1965, una Orden de la Dirección General de Patrimonio del Estado declaró la isla propiedad estatal, deslindando 25.252.180 m². Dicha orden reservó expresamente una zona para la expansión de Caleta del Sebo, reconociendo sin ambigüedad la existencia de un pueblo con necesidades presentes y futuras.
Hoy, la gestión y custodia de ese patrimonio corresponde al Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN), bajo el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, lo que en teoría supone las máximas garantías de protección ambiental.
Consideran, sin embargo, que la actual y "severa injerencia" de la Dirección General de la Costa y el Mar — perteneciente al mismo ministerio— no solo contradice el espíritu de aquel acuerdo histórico, sino que genera una duplicidad institucional difícilmente justificable: "Un organismo del ministerio gestiona y protege el territorio, mientras otro, que además ya participa en la gestión de la Reserva Marina circundante, lo estrangula con normativas que anulan el desarrollo del mismo pueblo que el Estado se obligó a contemplar".
Destrucción de la identidad
Nahum Cabrera, presidente de la Comunidad Energética ‘El Sol de La Graciosa’, alerta del impacto social y cultural de esta medida: “Costas nos quiere quitar nuestras casas, que forman parte de la historia y la memoria de La Graciosa y del resto de municipios. Hacerlo así, de forma arbitraria y sin consenso, destruye la identidad de nuestra tierra”.
Desde 1973, el Plan Insular de Ordenación de Lanzarote reconoce a Caleta del Sebo como núcleo urbano, estableciendo determinaciones específicas para la ordenación de su estructura urbana.
Posteriormente y mediante el Real Decreto 2250/1985, de 23 de octubre, se produce el traspaso de competencias en materia de puertos del Estado a la Comunidad Autónoma de Canarias, figurando expresamente entre ellos el puerto de La Graciosa, lo que consolida el papel funcional y territorial del núcleo poblacional.
Cabrera explica que la imposición de Costas tiene consecuencias "directas y asfixiantes" ya que dentro de la servidumbre de protección, está terminantemente prohibido, el uso residencial y, por tanto, también el uso turístico alojativo.
Añade que la ampliación a 100 metros supone la inhabilitación funcional de gran parte del único núcleo poblacional de un territorio ya "hiper protegido" y se trata de una restricción extrema que, lejos de proteger, "estrangula y vacía de contenido el derecho a vivir en la isla".
Proyectos europeos en riesgo
La comunidad energética recuerda que La Graciosa se encuentra actualmente inmersa en dos proyectos europeos de sostenibilidad, esenciales para la isla, destinados a fomentar la autonomía energética y la economía circular.
Explican que aunque el riesgo para estos proyectos es solo una parte del problema, simboliza una paradoja evidente: "Se exige sostenibilidad mientras se anula, en la práctica, la posibilidad de residir, planificar y desarrollar el pueblo".
Movilización
La Comunidad Energética ‘El Sol de La Graciosa’ anuncia que promoverá mociones urgentes en el Cabildo de Lanzarote y el Ayuntamiento de Teguise para exigir una revisión exhaustiva y una justificación técnica y legal detallada de la ampliación excepcional de la servidumbre de protección a 100 metros, contrastándola con los criterios aplicados en otros suelos urbanos consolidados.
También reclaman un diálogo real, participativo y transparente que permita conciliar la protección ambiental —ya sobradamente garantizada— con el derecho al desarrollo sostenible y a la vida comunitaria.
Por otro lado, solicitan un compromiso institucional firme con el futuro de La Graciosa, reconociéndola como un sujeto activo y no como un mero objeto de protección administrativa.




