Cerca de 80.000 personas mayores en Canarias sufren el riesgo de pasar estas fiestas navideñas en soledad

Santa Cruz de Tenerife

Es 26 de diciembre. Eso quiere decir que ya han pasado las celebraciones de Nochebuena y Navidad y que nos encontramos casi en el ecuador de las fiestas navideñas. Tiempo en el que nos juntamos toda la familia para pasar tiempo de calidad y hacer balance del año o contar novedades de este próximo que está por venir. Un tiempo que pasa, no sabemos como, más rápido de lo que nos gustaría y que la vida avanza sin darnos cuenta donde cada Navidad nos vemos obligados a poner un plato menos en la mesa por los que ya no están. Muchas personas sufren en Canarias soledad no deseada, de las cuales cerca de 80.000 personas con mayores de 65 años. Esto es una preocupación creciente, donde aumenta la ocupación de vivienda en solitario o la pérdida de redes de año. En fechas tan señaladas, no las que vivimos en esta última quincena del año, este sentimiento de aislamiento social puede intensificarse, poniendo de manifiesto la importancia del acompañamiento y ayuda comunitaria.

Mari Luz Trabaue, psicóloga del Colegio de psicólogos de Santa Cruz de Tenerife, ha explicado en La Ventana de Canarias que este aislamiento social no solo ocurre en el archipiélago, sino que es un problema a nivel mundial que afecta a gran parte de la población: "El envejecimiento en si ya es una percepción de que la persona pierde valor y en estas fiestas se despierta la nostalgia y la tristeza que afecta tanto a la parte física como emocional llegando a sentir síntomas de depresión".

"Para 2030 habrán alrededor de 500.000 personas mayores"

La psicóloga destaca que este problema lo suelen sufrir más las mujeres que los hombres. Esto es debido a que por estilos de vida en personas mayores que se arrastran del pasado, muchas mujeres no han estado en el mundo laboral, por lo que no han podido acceder a una cotización para una pensión contributiva y muchas están en el umbral de la pobreza, lo que perjudica de manera exponencial la soledad no deseada, ya que no salen de casa para no aumentar los gastos. Trabaue explica que, según las estimaciones: "Para 2030 habrán alrededor de 500.000 personas mayores".

Para todos los allegados de personas que estén pasando por este sufrimiento y quieran detectar las causas, la psicóloga advierte que hay que fijarse en si se cambia en el ritmo del día a día saliendo menos de casa o que ya no llaman tanto por teléfono, o incluso si la persona está más decaída en cuanto al ánimo y más reservada.

"Si ya no eres útil para el modelo productivo, no cuentas"

Esto es la parte teórica, pero en la práctica hay asociaciones que ayudar a crear proyectos para combatir el aislamiento social, de eso sabe mucho la asociación ACUFADE, la Asociación de Cuidadoras, Familiares y Amistades de Personas con Dependencia, Alzheimer y otras Demencias. Vanesa Pérez, trabajadora social de la entidad, explica que la soledad no deseada no es solo un sentimiento, sino un proceso de aislamiento a consecuencia de cómo está organizada nuestra sociedad: "Si ya no eres útil para el modelo productivo, no cuentas".

"Hemos tenido personas que han fallecido siendo usuarias del servicio de acompañamiento"

Pérez pone nombre y apellidos a todas esas personas que se han beneficiado de los servicios de acompañamiento de ACUFADE, como es la del servicio a domicilio, done se promueve un envejecimiento saludable con el objetivo de que las personas mayores vivan, y vivan bien en su comunidad: "Hemos tenido personas que han fallecido siendo usuarias del servicio de acompañamiento, y pese a que nos ha dado mucha pena despedirnos de ellos, sabemos que han vivido hasta el final de sus días de forma digna y con calidad de vida".

Podríamos ser nosotros en el futuro

Por ello, la recomendación general que realizan ambas especialistas para combatir la soledad en las personas mayores es clara: "acompañar a abuelos, suegros, padres, etc durante todo el año y no solo en estas fiestas, que participen en la vida social de la familia como cumpleaños, bodas, comuniones y fomentar salidas colectivas como disfrutar de una buena comida en un restaurante los domingos en familia o un paseo por las islas". Vanesa aclara que este problema no es aislado y que, a pesar de que ahora mismo no conozcamos a nadie que esté pasando por esta situación, podríamos ser cualquiera de nosotros en un futuro.