Pablo Revuelta: "el problema es que la gente solo ve la silla de ruedas y no mi trabajo como actor"
Este joven torrelaveguense está rodando su primera película como protagonista
Pablo Revuelta, joven actor torrelaveguense
Santander
Hay personas que, sin saberlo y sin proponérselo, te dan auténticas lecciones de vida. Eso me ha ocurrido con Pablo Revuelta, un chico de 27 años al que entrevisté este fin de semana en A Vivir Cantabria.
Voy a contar la intrahistoria de la entrevista porque, en esta ocasión, me parece relevante. El caso es que estaba echando un vistazo a las redes sociales en busca de un tema interesante para el programa, y vi que un joven torrelaveguense estaba rodando esos días en Galicia su primer largometraje.
Pablo es uno de los cuatro protagonistas de la película ’13 Exorcismos’, junto al ganador de un Goya, Urko Olazábal, la actriz reinosana, Ruth Díaz, y una joven promesa del cine español, María Romanillos.
Me pareció interesante compartir con los oyentes la historia de un joven cántabro que se abre camino en el mundo del cine y me puse a buscar la forma de contactar con él. Fue, en ese momento, cuando un compañero me dijo: “creo que el chico está en silla de ruedas”.
Yo ni siquiera había reparado en ello, pero evidentemente seguí adelante con la entrevista. Conseguí su número de teléfono, me puse en contacto con él a través del whatsapp, y concertamos la entrevista.
Cuando lo llamé por teléfono fue cuando me di cuenta de que Pablo tiene dificultades para hablar, pero eso tampoco me pareció un obstáculo para continuar con la entrevista, todo lo contrario.
Él me pidió si podía acompañarle en la entrevista Ana Luisa Pérez de la Osa, directora de la Escuela de Teatro de la Casa de Cultura de Torrelavega, que ha sido su mentora, su amiga y su principal valedora desde que decidió dedicarse a la interpretación.
Y así lo hicimos, una entrevista a tres bandas en la que me contó que a los 17 años tuvo que abandonar el fútbol porque una enfermedad lo dejó en silla de ruedas. Fue entonces cuando le aconsejaron buscarse otra afición y descubrió la magia de la interpretación.
Ana Luisa siempre creyó en la inteligencia, el talento y la entrega de Pablo que lleva una década formándose como actor, hasta que ahora le ha llegado la oportunidad de dar el salto a la gran pantalla.
Su próximo reto es que los espectadores se olviden de la silla de ruedas (como yo no reparé en ello cuando me interesó su historia) y solo vean en él a un joven que lucha por hacer realidad su sueño: ser actor.
Un abrazo Pablo y gracias por enseñarme tanto en tan poco tiempo.