Las visitas al Faro del Caballo en Santoña se limitarán a 300 personas diarias en verano
Se estudia si el sistema de reserva previa gratuito estará operativo esta temporada
Santander
Las visitas al Faro del Caballo de Santoña se limitarán a unas 300 personas diarias durante los meses de verano -julio, agosto y, probablemente, septiembre- con la idea de garantizar la seguridad en un espacio que en los últimos años se ha convertido en reclamo turístico con miles de asistentes.
Así lo han acordado en un convenio firmado a tres bandas la Autoridad Portuaria de Santander, que cede el uso del entorno del faro al Ayuntamiento de Santoña para, asimismo, adecentar las instalaciones, mientras que la Consejería de Turismo se encargará de gestionar las reservas gratuitas a través del portal web de la Sociedad Regional Cántabra de Promoción Turística (Cantur).
De momento, según se ha apuntado con motivo de la firma del acuerdo, el control de acceso de público se va a analizar su implantación para este verano, porque falta poco más de un mes para que comience la temporada y puede que no dé tiempo a su puesta a punto en las "mejores condiciones" posibles.
El alcalde de Santoña, Sergio Abascal, ha reconocido que el Faro del Caballo ha experimentado un 'boom' de visitantes nacionales y extranjeros que ha generado "muchos problemas" de accidentes y seguridad dada su complicada accesibilidad, por lo que era necesario controlar.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, Francisco Martín, ha compartido esa afirmación y ha explicado que este convenio, que facilita la regulación de visitantes con cita previa, se ha demorado en el tiempo por las trabas burocráticas, si bien las tres administraciones siempre han estado de acuerdo en su materialización.
Por su parte, el consejero de Turismo, Javier López Marcano, ha sostenido que la visita al Faro del Caballo se suma a ese "turismo de emociones, aventura y riesgo" que las personas buscan hoy en día, si bien ha defendido que Santoña cuenta con otros atractivos culturales, patrimoniales, gastronómicos y medioambientales que complementa esa experiencia.
"Es un bien patrimonial excepcionalmente particular y estamos encantados de colaborar en su necesaria protección", ha afirmado el consejero.
"En un año en que las previsiones turísticas son excelentes es obligado trabajar y pensar en la obligación de limitar los accesos y horarios y nos pondremos a trabajar en ello desde este momento", ha subrayado, al tiempo que ha explicado la necesidad de desarrollar una plataforma y alojar la misma en un dominio web para poder hacer las reservas telemáticas.
Al hilo, el titular de Turismo ha explicado que Cantur se hará cargo de la gestión de las visitas contratando el personal que se encargará de revisar las reservas en el acceso al faro y de velar por su cumplimiento.
El Faro del Caballo se encuentra enclavado en los acantilados del monte Buciero, justo en la entrada de la bahía de Santoña y, tras recorrer una senda natural, es necesario bajar una escalinata más de 700 peldaños para salvar el desnivel y acceder a este paraje bañado por aguas cristalinas del mar.
El paso de los años también ha hecho mella en este paraje en el que el que el vandalismo aparece a modo de pintadas, sumado a un desgaste de los peldaños y del entorno.
Por ello, el alcalde ha adelantado que, a finales de año o de cara a la primavera de 2023, el Ayuntamiento se encargará de adecentar la zona con la eliminación de los grafitis, el arreglo de los elementos deteriorados, la creación de un pavimento natural continuo y la mejora la seguridad del tramo de escaleras.
El Faro del Caballo comenzó a funcionar como elemento indicativo para la navegación en 1863, aunque no se encuentra operativo desde finales del pasado siglo.