Blanca Benito: "Para dejar de fumar es necesario cambiar la conducta y la rutina"

Santander

En Cantabria, según los últimos datos, fuman un 19,7% de los adultos, tomando como referencia los ciudadanos mayores de 15 años, o lo que es lo mismo, una de cada cinco personas. En este sentido, durante el año 2021 acudieron a pedir ayuda a los centros de salud 1.700 personas, una cifra bastante menor que el año anterior, cuando se empezó a financiar un fármaco para dejar de fumar, según asegura Blanca Benito, psicóloga del Plan de Prevención y Control del Tabaquismo en Cantabria. Así, con la pandemia se registró una caída y últimamente se está viendo que vuelven a aumentar el número de personas que quieren deshacerse del tabaco en sus vidas.

Además de los fármacos, asegura Benito que abandonar el tabaquismo pasa por un cambio de rutina. "Lo primero es tomar la decisión, buscar un día para dejar de fumar y planificarlo; es un cambio de conducta, hay que deshacerse del tabaco, de los mecheros, comunicar al entorno que se va a dejar de fumar, en definitiva, ponértelo fácil". Por eso, recomienda que, al menos las primeras semanas, se cambien hábitos como salir o quedar en la calle si esto aumenta las ganas de coger un cigarrillo.

En Cantabria se mantiene la prohibición de fumar en las terrazas, además de en las playas y en estadios, lo que para la psicóloga se trata de cuidar la salud de todos: "las terrazas son un espacio de compartir y de ocio; la prohibición esta asociada a la norma que se puso con la pandemia pero en este momento sigue prohibido fumar en Cantabria en las terrazas, en las playas, en el estadio del Racing, en esos sitios en los que estamos cerca unos de otros para que así quien fuma no interfiera en la salud de quienes no". Además, destaca el problema que suponen las colillas para el medio ambiente, sobre todo en los arenales, pues indica que "el 30% o 40% de los residuos recogidos en las playas son colillas".

Finalmente, en cuanto al empaquetado genérico, uno de los puntos clave del Plan Integral para la Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025, afirma que "lo que se pretende es que sea menos atractivo, sobre todo, para los niños y adolescentes que se dejan llevar mucho más  por la imagen" y concluye: "en los países en los que está sí funciona".