ACPT denuncia temperaturas de hasta 43 grados en el Hospital de Sierrallana

Torrelavega

ACPT ha registrado una moción en el Ayuntamiento de Torrelavega para instar a la Consejería de Sanidad a que instale un sistema de refrigeración en el hospital de Sierrallana, ya que, según ha denunciado el partido, en estos últimos días de ola de calor se han llegado a superar los 43 grados dentro de las habitaciones.

El grupo ha denunciado en un comunicado que este calor influye "de forma muy negativa en todas las personas", tanto la plantilla del hospital como las familias, pero especialmente supone "graves perjuicios" para los hospitalizados. De hecho, ha apuntado que, a fecha 16 de julio, España ha contabilizado 510 muertos por las altas temperaturas.

El portavoz de ACPT, Iván Martínez, visitó ayer lunes el hospital de Sierrallana para comprobar in situ la denuncia sobre la temperatura que le había trasladado el fin de semana una persona allí hospitalizada. Al hablar con profesionales y familiares de pacientes, le trasladaron "lo mal que lo han estado pasando estos días y las complicaciones sanitarias que se estaban produciendo en varias personas ingresadas".

Según ha trasladado, la situación ha sido "tan grave" que el domingo, 17 de julio, han llegado a tener en el interior de las habitaciones temperaturas que han superado los 43 grados, además de que se llegó a agotar el agua embotellada de todas las máquinas de venta y varios pacientes tuvieron que llevar ventiladores o algún sistema de climatización portátil de sus casas.

Y es que, como ha indicado ACPT, el centro hospitalario carece de un sistema de climatización general en las plantas, ya que existe solo en algunas zonas y en los despachos. Por eso, el partido llevará al próximo Pleno municipal una moción instando Sanidad a que lo instale de forma "urgente".

La formación ha señalado que este problema se había producido hasta ahora "de forma puntual", pero "a la vista de lo que está ocurriendo en los últimos años, parece que situaciones climatológicas como la vivida serán más habitúale y dejarán de ser algo excepcional".

Además, considera "inadmisible" que Sanidad "no haya detectado este grave problema y que pacientes, trabajadores y familiares hayan tenido que sufrir una situación como la pasada", lo que ve "un claro ejemplo del abandono al que se le está sometiendo a la sanidad pública, cada vez más privatizada, con una mayor carga de trabajo para los profesionales y con instalaciones que no están preparadas para fenómenos climatológicos adversos como los sufridos".