El acusado de asesinar a su madre en Santander recuerda una discusión pero no golpearla
El acusado se enfrenta a una condena de 23 años de prisión porque, de acuerdo a la Fiscalía, asesinó con alevosía y ensañamiento a su madre
Santander
El acusado de asesinar a golpes a su madre, de 79 años, en octubre de 2021 en Santander, ha asegurado en el juicio con jurado que se celebra contra él en la Audiencia de Cantabria que no recuerda "exactamente" cómo se produjo la agresión, aunque sí haber discutido con ella y ha alegado tener problemas mentales y sentirse maltratado.
"Estoy tan mal psiquiátricamente que a veces no sé qué es verdad y qué es mentira", ha señalado el hombre, en un testimonio de cerca de una hora en el que ha relatado, de forma errática, los recuerdos parciales que tiene del día en el que se produjo la muerte de su madre. El acusado se enfrenta a una condena de 23 años de prisión porque, de acuerdo a la Fiscalía, asesinó con alevosía y ensañamiento a su madre tras propinarle una paliza en la que le rompió los brazos, las costillas y le dio varios mordiscos en la espalda y en la oreja, que le arrancó.
Según ha explicado el acusado, que se encuentra en prisión provisional desde que ocurrieron los hechos, el día en el que se produjo la muerte, le había comunicado a su madre que se iba a ir de casa. "No podía absolutamente más", ha asegurado. Tras marcharse de casa, ha dicho que fue a fumar varios "canutos" a una asociación cannábica con unos amigos y volvió al domicilio.
Allí, según ha expuesto, se sentía "raro" y desorientado, tenía "frío" y sentía que volvía a ser un niño, por lo que la disposición de la casa no estaba como él recordaba. "No sabía que estaba pasando", ha apuntado. Sí ha confesado entrar en el cuarto de su madre e iniciar una discusión con ella, en la que ella le llamó "hijo de puta" o "desagradecido" y "drogadicto" además de hacerle "mil gestos", pero ha señalado que a partir de ese momento no se acuerda "absolutamente de nada". Ha referido tener imágenes, sin estar seguro si pasaron de verdad, de estar en la habitación intentando coger una sábana para tapar el cuerpo de su madre o de ver atado su pie con un cable de la luz o tener pelos en la boca.
Y ha reiterado que, aunque no recuerda nada, si atacó a su madre "es imposible que se pudiera defender", porque él sabía defensa personal y ella tenía osteoporosis. A partir de ese momento, el hombre ha señalado que fue a la cocina, lavó su ropa porque se "sentía sucio" y empezó a romper cristales, momento en el que los vecinos llamaron a la policía.
Sobre la relación con su madre, ha dicho que era "horrible" y que le pedía y robaba dinero en ocasiones, mientras que ella, según ha relatado, le insultaba constantemente o llegó a permitir que le violaran. "Me organizaban mi vida, me mentían, era una manipulación tremenda", ha afirmado. Además, ha confesado, en alguna de esas discusiones llegaron a agredirse, aunque ha matizado que le propinó algún "bofetón" a su madre en respuesta a una agresión previa de ella.
Sobre su situación mental, el hombre ha afirmado que ha pasado cinco depresiones a lo largo de su vida, que en el momento de producirse la muerte de su madre estaba "psiquiátricamente mal" y ha afirmado tener varios trastornos como el de personalidad múltiple o la bipolaridad. También han declarado como testigos los vecinos que oyeron ruidos esa noche y llamaron a la Policía, que han asegurado que el acusado estaba "ido", tiraba cosas por la ventana y gritaba cosas "no coherentes". Han admitido haber oído alguna discusión, pero han afirmado que nunca vieron al acusado en actitud violenta hasta ese momento."
Agresión brutal
"Tras hablar el acusado, la fiscal ha solicitado que se aporte al jurado su primera declaración, ya que según ha asegurado, ha habido "bastantes cambios" porque en su momento no manifestó su desorientación y dijo recordar la agresión. En las alegaciones previas, la representante del ministerio público se ha dirigido al jurado para explicarle su versión sobre lo que ha definido como "una agresión brutal" tras acumular "rencor hacia su familia" durante años.
"Descargó toda su ira contra ella", ha dicho la fiscal, quien ha descartado que los problemas mentales del acusado puedan ser una eximente y pide para el hombre, además de una pena de 23 años de prisión, la prohibición acercarse a su hermano e indemnizar con 170.000 euros a sus dos hermanos y a la aseguradora que cubrió los destrozos de la casa.
La acusación que representa al hermano del acusado eleva la pena de prisión a los 25 años para el hombre, al que ha definido como "un animal racional" que "sabía perfectamente lo que estaba haciendo".Por su parte, la defensa, quien ha aportado un informe psiquiátrico a la causa, pide la libre absolución del hombre porque dice que estaba "enajenado" y tiene una "anomalía psíquica clara" que le impide "planificar o decidir". "No es un asesino", ha argumentado.