El Ministerio de Transportes reconoce que los trenes no llegarán a Cantabria hasta 2026
El secretario general de Infraestructuras puntualiza que los trenes que se iban a construir no eran más grandes que los túneles
Santander
El Ministerio de Transportes prevé que los trenes de cercanías que renovarán la flota de Cantabria y Asturias lleguen en 2026, con un retraso de dos años, y ha pedido a la empresa adjudicataria CAF un calendario para "saber si se pueden ajustar los plazos". Así se lo ha trasladado en Santander el secretario general de Infraestructura, Xavier Flores, a los consejeros responsables en materia ferroviaria y de movilidad de Cantabria y Asturias, a quienes ha explicado que el retraso se debe a "una discusión técnica y compleja, que podría haber sido más diligente", para adaptar los trenes al ancho métrico de estas regiones.
Flores ha reconocido que la problemática con los gálibos se conocía desde que se empezó a trabajar en el contrato en 2021, aunque ha matizado que en ningún momento se iban a construir trenes "más grandes que los túneles", sino más pequeños. "Eso no lo queríamos. Lo otro era más divertido, pero la realidad es que los trenes eran más pequeños", ha dicho.
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Pese al retraso de dos años registrado, Flores ha asegurado que la financiación del proyecto está garantizada ya que Renfe ha informado al Banco Europeo de Inversiones (BEI), que ha concedido un crédito de 150 millones de euros para la fabricación de los trenes de ancho métrico, de la situación y han acordado que no es necesario renegociar el préstamo.
En relación al contrato con CAF para la construcción de estos trenes, que se firmó a finales de diciembre de 2020 con una inversión prevista de casi 200 millones de euros y un plazo de ejecución de 45 meses, ha explicado que ahora se plantea una "redefinición" del contrato con la encargada de construir los trenes, que confía en que esté para "mayo o junio" y que previsiblemente incluirá una revisión al alza de los precios debido a la inflación, ha adelantado.
Flores ha enfatizado que, más allá de "chascarrillos y risas", no se ha fabricado ningún tren, no se ha diseñado ninguno que no fuera a entrar por un túnel y, sobre todo, "no se ha malgastado ni usado dinero público" en este proceso.
Según ha explicado, el interés del Ministerio era "tener los mejores trenes posibles" para mejorar una red que estaba "muy dejada". "Un tren no se compra como un coche; se tiene que diseñar como un traje a medida", ha apuntado.
Tras las "discusiones" técnicas mantenidas desde 2021 para saber cómo homologar los trenes, se optó por el denominado "método comparativo", que si bien está descrito en la norma europea, no está regulado en la española, y que consiste en la utilización como base de un ferrocarril que actualmente circula por las líneas de ancho métrico como referencia.
Cantabria y Asturias piden agilidad
En esta primera reunión de la mesa de seguimiento de este proceso han participado, además de representantes del ministerio, Adif y Renfe, los consejeros cántabros de Transporte, Javier López Marcano, y de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, que es responsable también de movilidad, y el titular asturiano de Cohesión Territorial, Alejandro Jesús Calvo.
Asturias y Cantabria han pedido que se preserve el contrato actual y sus objetivos, pero que "se acorten plazos al máximo" para que esos trenes lleguen cuanto antes a su destino. La aspiración de Asturias es que dentro de las posibilidades del contrato y, si fuese necesario con otros complementarios, el volumen total de trenes "sirva para completar las necesidades globales de la región". "Buscar la colaboración máxima con el Ministerio no significa disminuir nada la exigencia", ha dicho Calvo. Y ha apostado por "explicar bien qué no ha funcionado correctamente" en este proceso y porqué va a haber un retraso en la mejora del servicio para "recuperar todos la credibilidad".
El consejero de Transporte de Cantabria ha agradecido al secretario general que haya hablado "con claridad y sin tapujos" y ha afirmado que el Gobierno cántabro está "tranquilo" porque el contrato "está vigente"; el préstamo del BEI "completamente asegurado" y la creación del grupo de seguimiento funciona como "aval" para que lleguen los trenes.
A su juicio, el Ejecutivo habría "ganado tranquilidad" si los problemas en la definición de los trenes "se hubieran reconocido inmediatamente" y se hubieran "reconocido errores y fallos".
Más trenes como posible compensación
Sobre las compensaciones a los territorios afectados que ha planteado el presidente asturiano, Adrián Barbón, el Ministerio se ha comprometido a analizar "de qué margen dispone el contrato actual para poder fabricar más trenes de los previstos". "Vamos a estudiarlo", ha asegurado.
En cualquier caso, el secretario general de Infraestructuras ha puntualizado que el Gobierno central no se plantea licitar otro contrato. "Dentro de lo que quepa en este contrato, intentaremos maximizar las posibilidades", ha dicho.
El consejero asturiano ha señalado que, "dentro del margen del contrato, se puede incorporar "un plus de otros siete trenes" y que se satisfagan las necesidades "completas" de la región, de "una manera conjunta y solidaria con Cantabria", ha agregado.
Preguntado por las deficiencias en los actuales trenes de cercanías, Xavier Flores ha sostenido que el Ministerio trabajará para "minimizar esos problemas" y, así, "dar la mejor prestación posible".
Los presidentes de Asturias y Cantabria, Adrián Barbón y Miguel Ángel Revilla, ratificarán lo que se ha abordado hoy en una reunión en Madrid con la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, el próximo 20 de febrero.