Cantabria cuenta con 321 menores en programas de acogida
Cantabria ha presentado un estudio pionero sobre la prevención del riesgo de explotación sexual de los niños, niñas y adolescentes en los centros de acogimiento
Santander
Cantabria cuenta con 321 menores en algún tipo de programa de acogida, la mayoría de ellos en acogimiento residencial (184) o conviviendo con familias (134).Entre aquellos que tienen un acogimiento familiar, más de un centenar (107) vive con una familia extensa, es decir, familiares con los que mantienen algún tipo de vínculo afectivo, mientras que el resto (27) están en el programa de acogida con familias del Gobierno de Cantabria.
Además, los servicios sociales cántabros cuentan con más de 500 profesionales y técnicos que trabajan directamente en el sistema de protección a la infancia y adolescencia, en sus diferentes niveles y recursos, según ha expresado la consejera de Servicios Sociales, Eugenia Gómez de Diego.
Gómez de Diego ha presentado este miércoles un estudio de , en un acto que se ha desarrollado por la mañana en el Parlamento de Cantabria.
De un total de 140 casos de explotación sexual estudiados en Cantabria, han aparecido seis con "posible riesgo", que ya están siendo tratados. "La atención de la infancia y la adolescencia en Cantabria es prioritaria y fundamental", ha subrayado Gómez de Diego, quien ha afirmado que la comunidad está "a la cabeza" en protección a la infancia.
Respecto al estudio, ha señalado que abunda en propuestas de detección, atención y mejora para la prevención de la explotación sexual en menores para que "no se vulneren los derechos de los niños" y ninguno conviva con la violencia y, además, incluye la creación de un grupo de trabajo específico.
El trabajo, "pionero" ya que se trata del primer informe de estas características que realiza una comunidad autónoma, se ha financiado con los fondos Next Generation y en él se ha preguntado directamente a los adolescentes por su situación. Entre las propuestas para los profesionales, se encuentra el desarrollo de protocolos de actuación ante los casos de explotación sexual a la infancia y la adolescencia, de las fugas y salidas no autorizadas; un programa de sensibilización y capacitación profesional; la creación de la figura de un referente en protección o la aplicación de una primera herramienta para detectar casos, la EDR-ESIA.
Entre las propuestas dirigidas a los adolescentes están la información sobre violencia y explotación sexual y educación afectivo-sexual; información y educación sobre los riesgos de las redes sociales; respeto a la capacidad de decisión y participación y atención a las experiencias previas de victimización sexual.