El acusado de la agresión sexual a una mujer reconoce los hechos y acepta cuatro años de cárcel
De esta manera, por conformidad de las partes, la Audiencia de Cantabria rebaja a la mitad la pena de cárcel de ocho años que solicitaban la Fiscalía y la acusación particular
Santander
El hombre acusado de agresión sexual a una mujer en un polígono ha reconocido los hechos y ha aceptado cuatro años de prisión por este delito y una multa de 270 euros por un delito leve de amenazas. Además, deberá indemnizar a la víctima con 3.800 euros más 8.400 por secuelas.
De esta manera, por conformidad de las partes, se rebaja a la mitad la pena de cárcel de ocho años que solicitaban la Fiscalía y la acusación particular, reduciéndose a la mínima prevista por la llamada Ley del 'solo sí es sí'.
Además, el acuerdo ha supuesto la supresión del delito leve de lesiones y la rebaja de la multa por el delito leve de amenazas de 10 euros al día a tres euros durante tres meses.
Se mantienen las peticiones de Fiscalía y acusación particular de libertad vigilada tras su salida de prisión durante seis años y la prohibición de aproximarse y comunicar con la mujer durante 15 años, pero se introduce la prohibición de tomar parte en actividades o trabajos relacionados con menores de edad por un plazo de 15 años.
Por su parte, la indemnización se ha fijado en 12.000 euros, frente a los 8.400 euros por las secuelas psíquicas y los perjuicios morales que pedía la Fiscalía --más 1.800 euros de multa-- y los 13.184 euros que solicitaba la acusación particular.
La vista se ha celebrado este jueves en la Sección Primera de la Audiencia después de que la Fiscalía y la acusación particular pidieran orden de búsqueda y captura contra el acusado por no comparecer en el juicio previsto el pasado 2 de marzo, que no pudo celebrarse.
Según el escrito de la Fiscalía, el hombre propuso a la mujer que fueran a un polígono a ver a unos amigos de él y, una vez en el lugar, la agarró de un brazo, "la metió entre un autobús y la pared, le dio la vuelta por la fuerza y le bajó los pantalones y la ropa interior".
Acto seguido, y pese a la oposición de ella, "teniéndola contra la pared, la penetró vaginalmente, eyaculando fuera y dejando restos de semen en la ropa". En ese momento, la mujer "le dio un codazo y pudo zafarse de él y salir corriendo".
Con posterioridad, el acusado la llamó en repetidas ocasiones y, en una de ellas, le advirtió de que si decía algo la mataba. También le mandó un mensaje diciéndole que si no iba a que le administraran la píldora del día después, se lo contaría a su novio.
Según la Fiscalía, fruto de la violencia empleada por el acusado, la mujer sufrió lesiones en hombro izquierdo, hematomas y escoriaciones en codo y cadera, hematoma en glúteo y ansiedad.