¿Dónde está el Campanu?
Los ríos de Cantabria presentan caudales muy bajos para la época, un problema que afecta a los salmones
¿Dónde está el Campanu?
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Santander
Cantabria también sufre los efectos de la falta de lluvia. Los efectos de la sequía son evidentes en muchos ríos de la comunidad que, a 12 de abril, presentan un panorama desolador. Presentan un caudal mínimo para esta época del año y en muchos de ellos se ven más piedras que agua.
Otro indicador de la mala evolución: hemos alcanzado ya el ecuador del año hidrológico y los datos de agua embalsada pronostican ya un mal panorama.
El embalse del Ebro se encuentra en este momento a un 40 por ciento de capacidad de agua embalsada. Esto es un 32 por ciento menos que hace justo un año, según los datos que se desprenden del parte diario de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
Los niveles actuales también están un 32 por ciento por debajo de la media de los últimos 5 años.
Esto por un lado pero es que el panorama que presentan a estas alturas ya, muchos ríos de Cantabria preocupa en en los municipios y también a los expertos. Los ríos se están secando y el caudal de muchos arroyos está bajo mínimos. Por ejemplo en el Pas. En Puente Viesgo, su alcalde reconoce la preocupación que tienen porque la primavera no ha hecho más que empezar. Los manantiales del municipio, y de varios municipios del entorno, están a un 50 por ciento de capacidad, lo que no aventura nada bueno de cara al verano.
Además, Óscar Villegas recuerda que estamos en plena temporada del salmón y que todavía no ha salido el "Campanu". El poco caudal del río es uno de los motivos.
Muy preocupante
Desde la Asociación para el fomento de la caza y la pesca, su presidente, Manuel Borbolla, apunta a un desastre para la pesca recreativa y sobre todo para la biomasa del salmón en Cantabria. apunta que los ríos no tienen agua suficiente, que esté fría y limpia para que especies como el salmón o la trucha se desarrollen con normalidad. Un problema que no solo viene por la falta de lluvia, sino por la falta de hielo, de nieve en las montañas que son las que regulan la temperatura en los ríos.
Problemas inmediatos
Desde el instituto de Hidráulica de Cantabria, José Barquín, responsable del Grupo de Ecosistemas Continentales alerta de que el cambio en el patrón de lluvias va a originar un descenso en los caudales base de entre un 30 y un 50% en función de la cuenca.
Lo viene investigando desde hace años y las consecuencias dice son dramáticas. Los patrones de lluvia están cambiando, solo hay que mirar los datos meteorológicos y nos e está actuando para tratar de retener el agua de manera natural. Barquín explica que los bosques naturales maduros son una de las principales reservas de agua con efectos contrastados en el aumento de caudales, reducción de inundaciones y en amortiguar las oscilaciones de precipitación.
Y sin embargo, dice, no hay una gestión para actuar en este sentido en Cantabria. Apunta a los incendios. Dice que si no se recuperan las cuencas que han estado deforestadas para poder almacenar ese agua y repartirla durante los meses de menos precipitación, unido al cambio climático, va a ser devastador.
El cambio en el patrón de lluvias va a originar un descenso en los caudales de entre un 30 y un 50%.