La falta de camareros reduce el número de mesas en los restaurantes de Cantabria
En Hora 14 Cantabria charlamos con dos establecimientos en los que atienden a menos clientes por no encontrar profesionales para contratar
La falta de camareros en Cantabria afecta ya a los establecimientos hosteleros en este verano de 2023
Santander
La Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria aseguró el verano pasado que había 3.000 plazas vacantes para camareros. A mitad de julio dicen que este año la cifra es mayor, un problema del que empezó a hablarse tras la pandemia de Covid 19 y que desde el verano de 2020 ha ido en aumento. En Hora 14 Cantabria hemos conocido dos ejemplos distintos. En Isla, uno de los restaurante más emblemáticos, conocido por su especial preparación de la langosta, necesitaría 6 empleados más para prestar el servicio a sus clientes en las condiciones de calidad que consideran óptimas. "Para que el servicio no se resienta hemos retirado 15 mesas de la terraza y entre semana no abrimos uno de los comedores interiores. Hablamos de una reducción en el número de comensales que recibimos de 100", ha explicado Emérito Astuy, el propietario del establecimiento.
A la Taberna La Solia en Liaño le faltan 3 camareros y para atender la demanda reduce la capacidad del comedor a la mitad. Oscar Solana, su propietarios, nos ha explicado que colocan una mampara para que el personal del que dispone pueda atender el interior del local y la terraza.
Estos dos casos son solo dos ejemplos de lo que está sucediendo este verano en Cantabria, pero la AEHC asegura que el problema se extiende a muchos más establecimientos.
¿Por qué no se encuentran camareros?
La razón de la falta de personal cualificado no está clara. Emérito Astuy dice que no hay relevo, ni formación. "No es un problema de que se trabaje mucho y se pague poco. No es un problema de dinero. Creo que se remunera suficientemente bien para lo que muchos saben hacer" ha concluido Astuy.
Verano complicado
Cantabria está registrando en las primeras semanas de julio una ocupación turística que ronda en las zonas de costa el 85% los fines de semana y el 60% entre semana, unas cifras que los hosteleros confían en que crezcan a partir de ahora, aunque consideran que, a la vista de las previsiones, "este verano no va a ser tan boyante como el pasado".
Así al menos lo ha señalado, en declaraciones a Europa Press, el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Cantabria (AEHC), Javier Bedia, quien ha explicado que los datos están manteniendo las previsiones que había en estas primeras semanas y se espera que, como ocurre tradicionalmente cada año, haya "mejores números" de ocupación para la segunda quincena de julio y en agosto.
Bedia ha reconocido que las olas de calor que están padeciéndose en otros puntos de España animen a los turistas a acudir, al menos unos días, al norte, donde las temperaturas no son tan cálidas.
"Nos está viniendo muy bien", ha dicho el presidente de los hosteleros, que ha señalado que mientras algunas zonas del país son "un horno", Cantabria es "un vergel".
Pese a que este hecho pueda ayudar, Bedia cree que no se van a alcanzar las cifras del 2022, si bien considera que en los datos del año completo sí va a haber un aumento y pueden "acercarse" a las de 2019.
En cuanto a los precios del sector en Cantabria para este verano, ha explicado que han subido "ligeramente", un poco menos del 7%, un incremento menor que en otras zonas del país, donde han llegado a elevarse un 20%.
En todo caso, ha señalado que el incremento de precios no cubre el experimentado en los costes para el sector en conceptos como suministros, salarios u otros costes laborales, que han experimentado un alza del "13 o 14%".
Además de la rentabilidad, otro problema que afecta al sector es la "falta tremenda de personal" que está provocando que hay algunos negocios que no encuentren trabajadores que contratar.