Aparecen muertas 25 vacas encerradas en una cabaña de San Roque de Riomiera
Algunos de los animales mostraban signos de violencia
Santander
Más de una treintena de vacas han aparecido muertas este domingo, encerradas en una cabaña de San Roque de Riomiera. Algunos de los animales mostraban signos de violencia, por lo que no se descarta ninguna hipótesis, y la Policía Judicial está investigando para tratar de esclarecer lo sucedido.
Según han informado fuentes de la Guardia Civil, el domingo por la mañana dos ganaderos fueron a ver a entre 30 y 35 vacas que estaban pastando en terrenos de su propiedad y no las encontraron.
Comenzaron a buscarlas y finalmente, a última hora de la mañana, localizaron a las reses hacinadas y muertas en una cabaña de piedra, con tejado de teja, que no era de su propiedad y cerrada por dentro.
La intervención del Seprona
Entonces avisaron a la Guardia Civil y acudió el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), que al ver el estado de los cadáveres y que las vacas estaban encerradas, avisó a la Policía Judicial.
El domingo se había conseguido sacar de la nave a prácticamente todos los animales, una tarea difícil, al ser un sitio cerrado, con muchos cadáveres, que despedían gases.
Tras la extracción, la Policía Judicial comprobó que algunas de las vacas tenían heridas y cortes, pero se desconoce si se los han hecho ellas mismas o no, lo que determinará la investigación de la Policía Judicial.
Rescate
Bomberos del Servicio de Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria y bomberos de Torrelavega han rescatado de madrugada a tres vacas vivas de la cabaña, ubicada en Carcabal (San Roque de Riomiera), en la que han muerto 25 reses.
El Centro de Atención a Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria recibió aviso de la existencia de ganado, tanto muerto como vivo, confinado en una cuadra minutos antes de las 16:00 horas del domingo, momento en el que movilizó para atender el suceso a efectivos del propio servicio de emergencias autonómico y a agentes de la Guardia Civil.
Con la llegada de los medios a la zona se comprobó que se trataba de una situación muy compleja en la que cerca de 30 reses, en su mayoría ya fallecidas, se encontraban hacinadas en un pequeño espacio, con una atmosfera no respirable y condiciones de salubridad comprometidas, por lo que a través de la sala del 112 se tramitó la solicitud de apoyo del parque de bomberos de Torrelavega y la dotación de material adecuado para la intervención. Al lugar acudió también personal de la Consejería de Ganadería del Ejecutivo.
Con trajes especiales y equipos de respiración autónoma los bomberos del 112 y los bomberos municipales extrajeron, en una difícil intervención, los cuerpos de 25 vacas muertas y consiguieron salvar a tres que permanecían con vida en el fondo del invernal, donde se ubicaba una pequeña ventana que les dotaba de oxígeno.
En el día de hoy la Consejería de Ganadería trabajará en la retirada de los cadáveres de los animales, mientras la Guardia Civil realiza la investigación pertinente sobre lo sucedido