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El dueño de las vacas muertas en San Roque asegura que ha sido alguien de la zona

La Policía Judicial de la Guardia Civil trata de esclarecer lo sucedido

Fonso Fernández, dueño de las vacas muertas en San Roque

Santander

En San Roque de Riomiera tienen claro que los autores de la matanza de 25 vacas son gente que tenía que conocer bien el terreno. En la Cadena Ser hemos hablado con el hijo del dueño de las reses que el domingo aparecieron muertas, hacinadas y con signos de violencia, en una cabaña de la zona

Los vecinos de San Roque de Riomiera (Cantabria) están "indignados" y tienen "mucho miedo" tras el hallazgo de 25 vacas muertas, encerradas en una cabaña en el barrio de Carcabal.

"La gente está preocupada. Esto no es ninguna broma", ha manifestado a Europa Press el alcalde del municipio pasiego, Antonio Fernández.

A su juicio, lo ocurrido a las reses ha sido algo "intencionado", aunque ha dicho que en el pueblo -en el que viven "cuatro pelagatos" y se conocen todos- "no sospechan quién ha podido ser" el autor de este suceso ni les consta tampoco -ha añadido- ningún conflicto previo que hubiera dado lugar al mismo.

Unos extremos e hipótesis que se determinarán cuando finalice la investigación abierta por la Policía Judicial de la Guardia Civil para tratar de esclarecer lo sucedido, pesquisas que "siguen su curso", según han apuntado fuentes de la Benemérita a esta agencia.

El regidor, que ayudó la pasada madrugada en las labores de rescate de los animales -tres de ellos se pudieron sacar con vida-, ha explicado que las reses pertenecían a dos chicos, Rubén y Raúl, jóvenes ganaderos -tienen 27 y 29 años y son primos entre sí-, que habían invertido 60.000 euros en la adquisición de las reses muertas y que se han ido a "la ruina".

Ha detallado que ambos tienen "nueve cabañas", en una de las cuales han aparecido los animales sin vida. Se trata, como ha indicado el alcalde, de una casa 'vividora' -destinada a ser habitada, no solo al cuidado del ganado-, en la que "antiguamente vivía la abuela" y que, por tanto, ahora "estaba trancada". Y "los animales solos no han entrado", ha remachado.

En cuanto al hecho de que algunos de ellos mostraran signos de violencia, como heridas y cortes, Fernández ha dicho desconocer si se trata de incisiones hechas con arma blanca, pues cuando él vio esas vacas estaban en el exterior de la cabaña y ya "tapadas con un toldo".

Suceso

Según informaron fuentes de la Guardia Civil y del Gobierno de Cantabria, el domingo por la mañana los dos ganaderos fueron a ver a entre 30 y 35 vacas que estaban pastando en terrenos de su propiedad y no las encontraron.

Comenzaron a buscarlas y, finalmente, a primera hora de la tarde, localizaron a las reses hacinadas y algunas muertas en una cabaña de piedra, con tejado de teja, que no era de su propiedad -según el alcalde de San Roque sí- y cerrada por dentro.

El Centro de Atención a Emergencias 112 del Ejecutivo recibió aviso de lo ocurrido minutos antes de las 16.00 horas del domingo y movilizó a efectivos del propio servicio de emergencias autonómico y a agentes de la Benemérita.

A la llegada de los medios a la zona se comprobó que se trataba de una situación muy compleja, en la que cerca de 30 reses, en su mayoría ya muertas, se encontraban hacinadas en un pequeño espacio, con una atmósfera no respirable y condiciones de salubridad comprometidas.

Ante estos hechos, el 112 solicitó apoyo del parque de bomberos de Torrelavega y la dotación de material adecuado para la intervención. Al lugar acudió también personal de la Consejería de Ganadería del Gobierno.

Con trajes especiales y equipos de respiración autónoma los bomberos, en una difícil intervención, extrajeron los cuerpos de 25 vacas muertas y consiguieron salvar a tres que permanecían con vida en el fondo del invernal, donde se ubicaba una pequeña ventana que les dotaba de oxígeno.

Este lunes, la Consejería de Ganadería ha trabajado en la retirada de los cadáveres de los animales, mientras la Guardia Civil investiga los hechos.